Desde su apertura, a principios del pasado mes de julio, más de un centenar de marinos, enrolados en buques mercantes que recalan en el Puerto castellonense han visitado los locales del Stella Maris. La mayoría de ellos, 45 marineros, fueron de nacionalidad china y 40 de ellos filipinos. Le siguen, en razón a su procedencia, vietnamitas, cubanos, ucranianos y turcos. Stella Maris de Castelló, un proyecto social, impulsado por la Pastoral del Mar de nuestra diócesis, tiene como finalidad prestar asistencia a los marinos en su tránsito por nuestra capital. Sus voluntarios, desde la inauguración del centro de recepción de marinos, ubicado frente a los jardines del Puerto, han realizado visitas informativas a bordo a un total de doce barcos atracados en los muelles castellonenses. Las banderas de estos buques pertenecen mayoritariamente a Panamá, Bahamas, Malta, Liberia o Hong Kong, entre otros.

Algunas de las principales necesidades detectadas entre estos primeros usuarios son la obtención de tarjetas telefónicas, la utilización de cajeros electrónicos, el cambio de moneda extranjera y el transporte por el interior del recinto portuario. En el local, los marinos disponen de cafetería, televisión, conexión Wi-fi e información turística y de todo tipo. Este centro permanece abierto todas las tardes de lunes a sábado.

Por otro lado, una delegación castellonense, encabezada por el coordinador del Stella Maris y párroco del Grao, Albert Arrufat, ha participado en A Coruña en la Asamblea Nacional del Apostolado del Mar. Los asistentes debatieron sobre el futuro de los comités portuarios de Bienestar Social que deben procurar por la atención plena a estos marinos y que deben incluir en dichos organismos a trabajadores sociales.