El Ayuntamiento de Castelló trabaja en la elaboración de un convenio que garantice la permanencia del Aeroclub en los terrenos que ha venido ocupando desde hace casi 60 años, acuerdo que pasaría, entre otros aspectos aún por definir, por el pago de una cuota anual por el uso de estos terrenos municipales. El problema es que el citado convenio fue anunciado ya hace dos años y que el tiempo apremia porque, quizás sin quererlo ninguna de las dos partes, sociedad deportiva y consistorio podrían verse inmersos en un contencioso administrativo que lleva un par de años en punto muerto a la espera de la firma que no llega.

Fuentes del consistorio insistieron ayer en que la voluntad política del equipo de gobierno, formado por PSPV y Compromís, de que el Aeroclub siga en los terrenos del Grau está clara. El problema es el trabajo que conlleva elaborar un convenio tan singular como este, sobre unos terrenos que se cedieron en su día como campo de aviación en una zona en la que se está desarrollando una actividad privada. Así, se considera, y así lo señaló en su momento el exvicealcalde, Enric Nomdedéu, que el ayuntamiento debería beneficiarse de alguna manera del importante impacto turístico del Aeroclub y de su centro de paracaidismo Skytime.

Por ello, se encargó hace meses al área de Patrimonio que valore, en la medida de lo posible, el impacto económico de las actividades aeronáuticas, así como el valor de las instalaciones. Con ello, se planteará el pago de una cuota al ayuntamiento a cambio de un convenio de uso de los terrenos que sería renovable por periodos aún por determinar. Ese canon, así mismo, variaría en el caso de que sea el ayuntamiento el que tenga que hacerse cargo de algún aspecto de mantenimiento de la zona, algo que en principio no contempla el consistorio. Como ejemplo, siempre apuntaba al convenio que hay para la cesión de Castalia al CD Castellón, donde la sociedad deportiva es la que debe encargarse de mantenerlo en buenas condiciones. En cualquier caso, la preocupación existe en el seno del Aeroclub y del club de paracaidismo ya que confían en que la cuota que proponga el ayuntamiento no se dispare.

El problema, de todas formas, es otro. Con el PP en el gobierno municipal, el pleno aprobó en 2011 el desalojo definitivo de las instalaciones ya que su idea, y la del Consell, era desarrollar el famoso proyecto de la Ciudad de las Lenguas, una actuación ya descartada. Pese a las diversas alegaciones presentadas por la sociedad deportiva, el consistorio las fue rechazando todas, lo que motivó que dede el Aeroclub se iniciase un contencioso-administrativo. El primer triunfo fue lograr unas medidas cautelares por las que se anulaba esa orden de desalojo a la espera de una sentencia final.

El cambio político que provocaron las elecciones municipales de 2015 dio un vuelco al tema, con la voluntad del actual equipo de gobierno de garantizar la presencia del Aeroclub en los terrenos del Grau. Por ello, la entidad decidió paralizar de forma temporal el recurso pendiente de un convenio que no llega. Y es que el peligro ahora es que, al cumplirse dos años de esta paralización provisional del contencioso, el Aeroclub se asoma a un serio problema: si no retoma el recurso contencioso administrativo, éste quedaría anulado al cumplirse el máximo de tiempo que puede estar congelado, por lo que jurídicamente el Aeroclub se quedaría sin ninguna defensa y el ayuntamiento podría ordenar -hipotéticamente-la ejecución del acuerdo plenario de 2011 por el que se ordenaba que desalojasen las instalaciones.

Si el convenio no llega a tiempo, otra opción a plantear podría ser, según señalan desde el Aeroclub, la celebración de un pleno municipal en el que se debatiese, y se aprobase, dejar sin efecto el acuerdo que instaba al desalojo en 2011 para acabar con esa 'amenaza'.