La Cámara de Comercio de Castelló ha activado el proceso electoral para designar su nuevo órgano de gobierno y la presidencia. El empresariado ha animado a la actual dirigente, Lola Guillamón, a seguir al frente de la institución y apunta como única candidata. El futuro órgano de dirección se adaptará a la nueva ley de Cámaras de Comercio a y la actual realidad económica. La exportación, que lidera el crecimiento económico en sectores claves como la cerámica y los cítricos, ganará peso y contará por primera vez con representación.

La Generalitat ha puesto en macha esta semana el sistema electoral. Fuentes de la Cámara de Castelló avanzan que el 26 de febrero se elegirá el peno de la Cámara y que a continuación sus miembros decidirán la presidencia. Guillamón asumió el cargo en 2013 y en principio su idea pasaba por ceder el puesto una vez la entidad superara su crisis económica interna. Empresas y organismos oficiales la han emplazado ahora a continuar al considerarla artífice de la mejora de la Cámara, y la actual presidenta ha aceptado el reto. Las mismas fuentes destacan que Castelló es la única de las cinco cámaras de la Comunitat Valenciana que ha cerrado con superávit en los dos últimos ejercicios. Además, parece que no hay candidatos alternativos que quieran asumir las riendas de la Cámara.

La institución castellonense estrenará un formato de gobierno. La cifra de vocales del pleno bajará de los 84 actuales a 75, de los que 60 tendrán derecho a voz y voto y otros 15 estarán sin voto. De los primeros, 40 serán nombrados por votación por los diferentes sectores económicos de la provincia, ocho por las patronales entre personas con trayectoria económica, y otros 12 serán empresarios de acuerdo a la cuantía económica que aportan. La presidencia saldrá de este pleno. Al respecto, Guillamón podría proceder del grupo de hostelería y turismo o de las personas con reconocido prestigio.

Los representantes provenientes de las actividades económicas pasarán de 60 a 40 y variará su composición. La exportación y los servicios y comercio contarán con ocho, siete y ocho vocales respectivamente. La exportación contará con presencia propia por primera vez en el pleno. A continuación, la industria cerámica dispondrá de cuatro -tres de fabricación de productos cerámicos y uno de esmaltes, colorantes y fritas-, mientas las empresas manufactureras contarán con cuatro; la hostelería y turismo, cuatro; la construcción, dos; y el transporte, uno.

Desde la Cámara de Castelló explican que a excepción de las exportaciones y de servicios, la reducción de representantes ha sido general, pero subrayan que el sector más perjudicado con el nuevo modelo es del transporte. Respecto a la construcción, sostienen que este sector se acomoda al peso que tiene en la actualidad en el PIB provincial.

Las entidades camerales cambiaron su modelo de funcionamiento después de perder en 2010 el cobro de cuotas obligatorias de las empresa. Desde entonces, han impulsado servicios de asesoramiento dirigidos a empresas y trabajadores para conseguir los ingresos.

Elección de la CEC o CEV

Una cuestión que queda por resolver en la votación del pleno es qué patronal será la que elija a los ocho vocales que les corresponde (de reconocido prestigio). Ahora existen una nueva autonómica (CEV) y una provincial que se resiste a entrar en la primera. Según el Consell, si se celebrasen hoy las elecciones sólo podría participar la autonómica, pero de cara a marzo afirman que podría hacerlo la CEC si se integra en la CEV. Castelló quiere unirse pero con condiciones diferentes a las que plantea València.