Cersaie registró en su pasada edición un incremento del número de visitantes cifrado, por la organización, en un 4,7 % al recibir a 111.604 profesionales frente a los 106.600 del año pasado.

De esta manera, la feria de Bolonia ha cumplido sus objetivos y ha crecido tanto en el número de visitantes italianos como de extranjeros. El Bolognafiere fue visitado, del 25 al 29 del pasado mes de septiembre, por 53.182 profesionales procedentes de fuera de las fronteras transalpinas, cifra que implica un crecimiento del 4,3 %, mientras que el número de visitantes italianos registró un incremento del 5 % al sumar 58.422 asistentes.

Los datos registrados en septiembre confirman a Cersaie como el mayor escaparate que tiene la cerámica a nivel mundial. De hecho, en su última edición, reunió a 869 empresa de 41 países, que expusieron sus productos sobre una superficie de 156.000 metros cuadrados. Y la cerámica española fue la potencia extranjera con mayor presencia con 166 firmas, la mayoría de ellas ubicadas en la provincia de Castelló.

Los productores emergentes también estuvieron presentes en el catálogo de Cersaie, aunque su presencia se puede catalogar de simbólica, ya que China, por ejemplo, que es el mayor productor del mundo, contó únicamente con 9 compañías; Vietnam tuvo una única empresa en el Bolognafiere; Irán acudió con 2 compañías y Egipto llevó a Italia a solo cinco de sus empresas, capitaneadas por la mítica Cleopatra. India sumó siete firmas y Brasil, que cada año pierde fuerza en los pabellones de la feria boloñesa, participó este año con solo una azulejera. Por el contrario, Turquía mostró un avance importante, y se convirtió en la tercera potencia en Cersaie al sumar 30 empresas.