Un momento de inspiración salvó al Castellón de sí mismo. Justo cuando el equipo pasó de los esquemas y tocó a rebato, Nico y Cubillas voltearon un partido que desnudó las carencias del equipo de Frank Castelló, y le hizo asomarse al precipicio durante demasiados minutos. Al final, tanto técnico como equipo respiran con un triunfo ante Rayo Ibense que no por obligado, costó menos de conseguir. A pesar de las dudas y las carencias exhibidas, los albinegros se sitúan terceros a sólo dos puntos del Eldense, cuatro días antes de visita la casa del líder.

Pero, la impotencia que muestra el Castellón, en muchos tramos de los partidos, es preocupante. El conjunto de Frank Castelló padece una fragilidad dolorosa, que le complica la existencia y le añade una presión angustiosa. Lo demostró una vez más en el primer tiempo de ayer, ante un Rayo Ibense que tenía muy claro su plan. Los alicantinos plantearon un duelo que se ha vivido hasta la extenuación en Castalia durante estos años en Tercera División. Replegados atrás, destruyendo el juego de los albinegros, buscaban la salida rápida, explotar los espacios en la defensa rival y, sobre todo, jugar con el miedo de los locales a la derrota. La apuesta no les pudo salir mejor.

Desde el inicio, el Castellón se hizo con el control del esférico. Pero, como ya es norma esta campaña, el dominio no podía ser más estéril. En tres cuartos de campo, los orelluts se enredaban en una maraña de combinaciones horizontes, y no encontraban un pase de ruptura, un centro al área que quebrase la resistencia rival. De las pocas ocasiones en las que lo logró, se puede contar la del minuto 3. Una jugada que arrancó Dealbert, prosiguió con un centro de Juanjo al área. Javi Zarzo remató, pero su disparo se estrelló en el poste derecho.

Hubo que esperar 37 minutos para que el Castellón contabilizara la segunda. La estrategia fue similar. Centro de Juanjo desde la izquierda al que no llegó Cubillas en el primer palo. En el área pequeña, Javi Rubio enganchó el remate, pero Palopa lo atajó.

Entre medias, el tedio y la impotencia. La debilidad albinegra invitó al Rayo Ibense a dar un paso adelante. Aprovechando la falta de intensidad de la zaga local, Saúl rondó el gol con un disparo en el 32 que atajó Zagala. El mismo Saúl se quedó sin rematar, en el área pequeña, tras un centro de Pina. Lo despejó Dealbert en el minuto 43. Pero Saúl no perdonó, antes del descanso, cuando un disparo de Cristian, rechazado por Zagalá, quedó suelto en el área. Dealbert fue incapaz de anticiparse a Saúl que fusiló la portería albinegra.

Apuesta por los delanteros

Ahogado por la presión, Castelló se liberó de los corsés en la segunda mitad, y se desmelenó. Apostó por Fonte nada más salir del vestuario y, como la salida del segundo delantero no mejoró al equipo, veinte minutos después fue Nico-Pascual Leone el que saltó al terreno de juego.

Ante un Rayo Ibense cómodo en su papel, el Castellón seguía sin hallar el camino de la ruptura, el pase definitivo para superar a Palopa. Así fue hasta que Nico cazó un rechace en el área. Un centro desde la izquierdo lo remató Serra, pero impactó en un defensa. Apareció por ahí el estadounidense que con un tremendo disparo la coló por la escuadra.

Era el minuto 71, y uno después, Cubillas se aprovechó del desconcierto de Palopa. El guardameta se quedó a media salida, tras un pase largo de Forner, y de cabeza el delantero le superaba.

Desinflado el Ibense, pudo resolver Zarzo en el minuto 77, pero su disparo solo en el área se marchó a la izquierda de Palopa. Nacho, a última hora, forzó a Zagalá a intervenir en un saque de falta. Esto permitió certificar un triunfo que, si no merecido, sí que era necesario. Los albinegros toman aire en la clasificación, pero se quedan con muchas asignaturas pendientes por aprobar.