Sólo dos encuentro ha dirigido Javi Calleja desde que el Villarreal destituyera de manera fulminante a Fran Escribá y apostara por el técnico madrileño como responsable del primer equipo. Pero el exjugador del submarino ha demostrado desde el primer día su personalidad. El preparador ya ha dejado su sello en un equipo que, al mando de Calleja, espera seguir creciendo y volver a competir con los nombres más importantes de Primera División.

En primer lugar, el extécnico del Villarreal B no ha dudado en variar el sistema de juego. Tanto con Marcelino García como Fran Escribá había apostado por el 4-4-2, con dos hombres en el eje de la medular que se encargaban de destruir y crear el juego amarillo. Pero Calleja, tanto ante el Maccabi Tel Aviv como frente al Eibar, ha jugado con un 4-1-3-2. El entrenador amarillo sitúa a un hombre libre frente a la zaga, que fue Ramiro Guerra en Israel y Rodrigo contra el Eibar, para tener una especia de tres mediapuntas. Un sistema que ofrece más libertad y una mayor llegada al área al hombre que se encuentra justo por detrás de los delanteros.

Además, después del doloroso 4-0 en el Coliseum Alfonso Pérez, Calleja ha apuntalado la defensa del submarino. El equipo ha conseguido dejar su portería a cero en ambos encuentros. Una base necesaria para construir un conjunto competitivo, y una constante en las últimas campañas del Villarreal que el actual entrenador trabaja en poder recuperar.

Decisiones sobre jugadores

Tampoco le ha temblado el pulso a Javier Calleja a la hora de tomar decisiones sobre hombres concretos. El caso más claro ha sido el de Rubén Semedo. El central portugués, uno de los fichajes más caros de la historia del Villarreal después de que el club amarillo pagara 14 millones de euros por él al Sporting Portugal, fue titular en el duelo ante el Getafe. Pero desde la llegada de Calleja, ha pasado al ostracismo. En ninguno de los dos encuentros con el madrileño como técnico ha sido convocado. Álvaro González y Víctor Ruiz se han asentado como la pareja de centrales, e incluso Bonera, en el once ante Maccabi, ha acumulado más minutos que el luso.

También destaca el caso de Ramiro Guerra. El mediocentro uruguayo, hombre con ficha del Villarreal B, ha sido una de las apuestas personales de Calleja. El jugador del filial fue titular en Europa League, como hombre libre por delante de la defensa. Además, también estuvo presente en la citación frente el Eibar. Una señal más de que el actual entrenador del submarino no se deja influir por las jerarquías, y que no duda en apostar por la opción que le parece más positiva para el equipo.

Además, los cambios de Javi Calleja han logrado la mejoría del rendimiento de algunos de los hombres llamados a brillar esta campaña. El caso más destacado es el de Pablo Fornals. El centrocampista castellonense, que había protagonizado un irregular arranque de temporada, fue uno de los mejores contra el Eibar. Más liberado en ataque, jugando como mediapunta, dejó entrever lo que puede llegar a ser.