Orpesa despidió ayer las fiestas en honor a la Mare de Déu de la Paciència tras once días de celebraciones, a los que hay que unir los actos de la semana cultural previa a los festejos patronales. La ganadería de Germán Vidal de Cabanes se encargó del encierro del mediodía y la exhibición taurina de la tarde, que finalizó con una suelta de reses del pastor local Alberto Garrido. Además, también abrió sus puertas la feria medieval.

La reina de las fiestas Lucía Rodríguez, acompañada por las damas Carla Manuel, Omaima Meskine y Anna Ahís y sus acompañantes, asistió junto al alcalde, Rafael Albert, y el concejal de Fiestas, Dimas Albert, a la traca corrida y el posterior castillo de fuegos artificiales a cargo de la pirotecnia Tomás de Benicarló que clausuraron las fiestas patronales.