El sorteo de la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey ha deparado un difícil compromiso para el Peñíscola RehabMedic. Quizás el más complicado de todos. Y es que el equipo del Baix Maestrat no ha tenido nada de fortuna y tendrá que jugar, el 24 o 25 de este mes (horario por decidir), en la cancha del Movistar Inter, el vigente campeón de todos los torneos de la pasada temporada, con el que ya jugaron en el partido inicial de la temporada y que acabó con un claro marcador 5-1 para los madrileños.

Los otros enfrentamientos de esta ronda copera han emparejado a El Pozo Murcia con el Plásticos Romero Cartagena, el Gran Canaria con el Jaén Paraíso Interior, Guardo-Osasuna Magna, Naturpellet Segovia-Santiago Futsal, O Parrulo Ferrol-Ríos Renovables Zaragoza, Palma Futsal-Barcelona Lassa y Rivas Futsal-Catgas Energía.

Pero hasta que esta eliminatoria llegue, al conjunto que entrena Albert Canillas le toca centrarse en la competición doméstica, donde las cosas no le marchan bien del todo. Tras conseguir arrancar un valioso empate en la pista del Catgas Energía, la plantilla del Peñíscola RehabMedic tuvo ayer jornada de descanso y hoy iniciará los entrenamientos, en doble sesión (11.00 y 19.00 horas), para preparar a fondo el importante partido que disputarán el próximo sábado en casa ante el Naturpellet Segovia.

El equipo ha tenido una gran alegría tras ver cómo en la recta final del partido disputado en Sata Coloma de Gramanet iba a regresar a casa con un valioso punto, que fue festejado por el casi centenar de seguidores peñiscolanos que se desplazaran hasta la población catalana.

El rival del sábado, renacido del histórico Caja Segovia, no está teniendo por el momento un feliz regreso a la Primera División, dado que solo ha podido sumar dos empates en su cancha, mientras que ha perdido con claridad sus dos desplazamientos y es en la actualidad, con 29 goles, el segundo que más ha encajado por detrás del Gran Canaria.