El alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, ha confirmado nuevos hallazgos arqueológicos en la segunda fase de las obras de la calle Roser. Se trata de restos que podrían ser la continuación del cementerio islámico localizado el año pasado y fechado entre el 945 y el 1020. Entre los hallazgos figura un cráneo conservado durante mil años.

Según Ripollés han finalizado ya los alzamientos de todos los materiales arqueológicos y en los próximos días continuarán las obras de la reurbanización. Así mismo seguirán los estudios que concretarán la importancia de este cementerio islámico que, según ha desvelado el alcalde de la localidad, permitirá conocer «aspectos sorprendentes».

La historia islámica de Morella es desconocida en muchos de sus aspectos. Los arqueólogos han definido las dimensiones del hallazgo que determinarán si es una continuación del cementerio islámico que se encontró en las obras de 2016.

El hallazgo arqueológico ha afectado mínimamente al desarrollo de las obras. No obstante, la importancia de los restos encontrados, supera con creces las semanas empleadas en los trabajos en este vial.

Mientras las obras han estado condicionadas por los estudios arqueológicos se ha trabajado en el entorno del Portal de Sant Mateu.

El cementerio islámico encontrado inicialmente se encontraba fuera del antiguo recinto amurallado. Por otro lado, en ese yacimiento se encontró un cerebro de mil años de antigüedad sobre el que se realizó una réplica en tres dimensiones y sobre el que se quiere seguir estudiando para obtener más información sobre la vida en Morella en esta época, de la que hay poca información.

El cementerio islámico de Morella podría ser uno de los más antiguos encontrados en la Península Ibérica en buen estado de conservación. El cráneo hallado se conservó a 0 grados y las réplicas en tres dimensiones permiten conocer con más detalle su información evolutiva.

El hallazgo de la necrópolis de época islámica durante estas obras despertó una notable expectación en Morella. Los estudios realizados en el cementerio también han permitido conocer la dieta de estos pobladores y también las enfermedades que padecían en la época. Para determinar la edad se han realizado estudios radiocarbónicos.