La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Castelló aprobó ayer las propuestas de la Concejalía de Gestión Municipal para modificar cuatro ordenanzas fiscales -Impuesto sobre Bienes Inmuebles, Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica y la tasa por la recogida de residuos sólidos urbanos-.

Las propuestas fueron ratificadas posteriormente en la Comisión de Gobierno Abierto y Participación Ciudadana, sin ningún voto en contra, y serán llevadas ahora al pleno del 26 de octubre para su aprobación definitiva. La alcaldesa de Castelló Amparo Marco ha señalado que «el objetivo del Gobierno municipal es frenar la escalada de la presión fiscal que se produjo en la etapa anterior y aplicar unos criterios de más justicia social».

La alcaldesa ha incidido en que el propósito es avanzar en un reparto «más progresivo y justo» de la presión fiscal. La mayoría de las familias notarán ya en sus recibos de 2018 que el descenso de los impuestos y las tasas municipales. La nueva ordenanza del IBI contempla una reducción de un 7,69 por ciento en el coeficiente, que baja del 0,74 hasta el 0,69 por ciento, un descenso que se suma al del 5 por ciento practicado el año pasado.

A la reducción del coeficiente se unirá la bajada de los valores catastrales solicitada por el ayuntamiento a ministerio, que aplicará una bajada lineal del 9,1 por ciento en el precio de los inmuebles. En el caso del IBI de rústica el descenso es de un 25 por ciento, similar al del año anterior. Se eleva al máximo legal la bonificación del IBI cultural, hasta el 95 %, para locales destinados a la actividad cultural, al igual que para los inmuebles destinados a uso social -cesión gratuita o alquiler social a familias en riesgo de exclusión social o en proceso de inclusión-. La bonificación por el uso de energías renovables será del 50 % para potenciar el uso de instalaciones para el aprovechamiento eléctrico de la energía solar.

El impuesto de construcciones baja del 3,75 al 3,5 por ciento. En lo que respecta a la basura, se ha procedido a la congelación de la tasa, a pesar del incremento de los costes de la gestión del tratamiento de los residuos sólidos, según fuentes municipales.