El Ayuntamiento de Castelló ha lanzado un plan de ayudas a la rehabilitación de viviendas que priorizará, con un importe de 129.365 euros, a aquellos propietarios que cedan sus pisos vacíos para la bolsa de alquiler social.

La vicealcaldesa y concejala de Vivienda, Ali Brancal, presentó ayer las ayudas a la vivienda con las cuales ha estado trabajando el personal de la Oficina Municipal de Vivienda. Se trata de un proyecto para ayudar a las situaciones de emergencia habitacional y a los problemas de exclusión residencial que afectan a los ciudadanos.

Brancal subrayó que el objetivo es hacer que emerjan viviendas que ahora están cerradas porque no están en condiciones. «Para que estén en condiciones y la gente pueda sacarlas a un alquiler reducido estamos trabajando en unas bases para ofrecer ayuda a diferentes niveles: las de rehabilitación y las de eficiencia energética», subrayó la regidora.

Explicó que cualquier persona física, propietaria, usufructuaria o arrendataria de una vivienda puede pedir». «Estas son subvenciones a la rehabilitación, a la reforma de cocinas y baños para adecuarlas a normativas actuales, a reformas para adaptarlas a personas con diversidad funcional, entre otras», afirmó.

También se destinarán fondos para sufragar informes para la obtención del certificado de eficiencia energética. «Hasta ahora había ayudas para toda una finca y ahora hemos trabajado para que se pudiera hacer a viviendas individuales», señaló.

El primer plan de ayudas municipal contará con un presupuesto de 129.365 euros, de los 121.000 se destinarán para reformas en el interior y otros 8.000 en eficiencia energética. Podrá optar cualquier propietario de vivienda, pero desde la concejalía destacaron que se focalizarán aquellas casas que luego se cedan para vivienda social o se les dé este uso. Es decir, el ejecutivo local quiere impulsar la rehabilitación de viviendas privadas que ahora permanecen cerradas por no estar en condiciones. De esta forma, el ayuntamiento pretende incrementar la bolsa de alquiler social tras no fructificar las negociaciones con las entidades financieras para que cedieran alguno de sus pisos en desuso.

Así, en las bases del programa, el ayuntamiento tendrá en cuenta e la hora de adjudicar la subvención el compromiso del propietario de inscribir la vivienda en la bolsa de viviendas para el alquiler social, casas incluidas en áreas de regeneración o los titulares de una casa con bajos recursos o con unos ingresos inferiores al cómputo anual al 3 Iprem(salario mínimo) También se tendrá en cuenta la antigüedad de la finca y el grado de discapacidad de las personas ocupantes de la vivienda.

Estas ayudas subvencionarán hasta el 50 % de la actuación con un máximo de 2.900 euros en el caso de reformas interiores, mientras el certificado de eficiencia energética se sufragará el 100%.

Brancal destacó que existen unas ayudas para la obtención del informe de evaluación de edificios, así como dos cuestiones que están a punto de salir como «las bases de ayudas para las hipotecas y el 95% de bonificación del IBI para las viviendas que tengan un uso social».