El Ayuntamiento de Castelló abre la puerta a la instalación de nuevos comercios, hoteles y servicios en el entorno de la avenida del Mar. Su objetivo es dar continuidad a los usos comerciales que se han desarrollado en los últimos años en este vial.

El ejecutivo local adapta el trazado de la avenida del Mar entre la ronda de circunvalación y el Grau a su realidad actual. El PGOU del año 2000 contempló desarrollos residenciales como forma de coser el distrito marítimo con el casco urbano, pero esta posibilidad no se ha llevado a cabo. Una gran superficie comercial y otros servicios industriales y de servicios se alzan en una primera parte desde las rondas a la avenida del Mar, hasta la rotonda de acceso del puerto, y el siguiente trazado está integrado por viviendas diseminadas.

A la vista de ello, el gobierno local ha aprobado una recalificación de 250.000 metros cuadrados de suelo en la avenida del Mar, que pasa de residencial a terciario. La reclasificación incluye la construcción de una amplia zona verde, aprovechando el soterramiento de la línea de Iberdrola. La zona restante se considera terciario, es decir, está disponible para la apertura de nuevos centros comerciales u hoteles, entre otras dotaciones, según fuentes municipales.

Este cambio urbanístico ya ha pasado por la junta de gobierno local y se hará efectivo en el pleno de la semana que viene.

El convenio urbanístico propuesto coincide con el sector 26 de las normas urbanísticas transitorias de urgencia aprobadas por la Generalitat, unas medidas provisionales que regulan el planeamiento mientras se redacta el nuevo Plan General de Ordenación Urbana.

La memoria inicial de la revisión del PGOU señala la apuesta del consistorio por reducir el suelo residencial en los alrededores de la avenida del Mar y Hermanos Bou. Dicho documento fija una unidad de ejecución de carácter residencial, que comprende las viviendas existentes más zona verde, con el objetivo de reforzar la integración del lugar. Así, clasifica como superficie construida la zona que se extiende desde las rondas con centros comerciales o naves de servicios y reserva el citado suelo de un lado de la avenida del Mar como terciario urbanizable.

Asimismo, prevé una solución a la problemática de los programas de ejecución paralizados, con propuesta de implantación de otros usos de mayor encaje y rentabilidad.

Esta revisión también variará los recibos del IBI de las parcelas de las viviendas que tendrán consideración de zona verde en vez de residencial. Ello supondrá una disminución del recibo al pasar del IBI rústico al urbano, tal como han indicado por su parte diversos propietarios a este diario.

El equipo de gobierno se ha propuesto trazar un urbanismo más racional y sostenible que se centre en la malla de la ciudad levantada. Para ello, disminuye el suelo urbanizable que previó el PGOU del 2000 al considerarlo un desarrollo inasumible. Frente a los planes del anterior de alcalde, Alfonso Bataller, de aprobar un PGOU para 100 años, los gobernantes actuales quieren impulsar un planeamiento para una generación.

Uno de los planes urbanísticos que se caerán será el PAI Mestrets, un mega programa diseñado los munícipes populares, con el apoyo del Consell, que contemplaba la construcción de cerca de 6.000 viviendas, es decir, la mitad del todo el parque inmobiliario que la ciudad levantó en la década del «boom» de la construcción. Este PAI fue primero anulado por los tribunales por recursos presentados por los vecinos de la zona, que se movilizaron para evitar el derribo de sus alquerías.

El PAI Mestrets se convirtió en un símbolo de la época de vino y roas. El ejecutivo municipal actual quiere respetar la fisonomía de la zona impulsando un modelo de ciudad jardín. Mestrets ha sufrido un proceso de declive como consecuencia del PAI. También se planifican reformas en Crèmor o en el entorno del Hospital Provincial.