«Inédito» es una peculiar revista que, por desgracia, tiene pocos visos de ser real, al menos, a corto plazo. Su cabecera imita a una conocida publicación en papel Couché pero los titulares de la portada nada tienen que ver. «Campaña electoral en EE UU: Michelle Lavaughn Robinson pronunció un discurso, que su flamante marido siguió atentamente»; «Primera visita a Londres tras contraer matrimonio. Nicolás (Sarkozy): Por supuesto que quiero tener una familia, de niño siempre soñaba con que, a esta edad, ya tendría bebés, pero la vida viene como viene»; «Especial elecciones españolas. Sonsoles Espinosa, votando, le sigue su esposo José Luis que destacó con una favorecedora camiseta blanca y el jersey azul marino que ya había lucido en el Palacio de la Moncloa». Esta hipotética revista es una de las obras que se podrán contemplar en la exposición feminista «Women in work» y que fue inaugurada ayer en la Galería Octubre de la Universitat Jaume I (UJI) de Castelló. La comisaria de esta muestra, Mau Monleón, nos explica la finalidad de la muestra y habla sobre el efecto de la globalización en la mujer.

¿Qué mensaje quiere transmitir la exposición?

La exposición trata sobre la situación laboral de las mujeres en la época que estamos viviendo donde hay un cambio importante que es el hecho de la globalización, que hace que haya una mayor precariedad en todos los aspectos laborales, y que afecta especialmente a las mujeres. Además, se añade el tema específico de lo que es la reproducción sexual, que es con lo que la mujer siempre ha estado lastrada o que ha sido la escusa perfecta para lastrarla y dejarla en el ámbito privado de la casa. De alguna manera, lo que hace la exposición es remarcar esa crisis de los cuidados que podemos estar sufriendo en la que la mujer entra en el mercado laboral con una posición pero que, por la condición que tiene, se ve discriminada y relegada a puestos de trabajo muy inferiores a los hombres.

¿Señala a la maternidad como la culpa de que la mujer no esté en las mismas condiciones laborales que el hombre?

No es que sea la única causa. Yo diría que el verdadero culpable de que las mujeres no estemos en las mismas condiciones es el capitalismo, porque el capitalismo es machista, y el machismo crea una división sexual del trabajo. Esa división sexual afecta a las mujeres por el hecho de ser mujeres y hay ciertas excusas, como pueden ser los embarazos, que todavía hoy no están resueltas. Tampoco está resuelto el concepto de «impuesto reproductivo», el impuesto que tenemos que pagar cuando somos madres cuando nos tiran de los trabajos porque vamos a estar nueve meses embarazadas y no valemos para trabajar. Esas son las cosas que no están resueltas dentro del capitalismo.

¿Cómo se resuelve ese conflicto?

Habría que hacer leyes de igualdad laboral, leyes que protejan a las mujeres, de conciliación familiar, en caso de familias monomarentales, legislar para que se pueda trabajar en igualdad de condiciones.

¿Cómo definiría la crisis de los cuidados?

La crisis de los cuidados se da en el momento en el que el trabajo reproductivo que realizábamos, tradicionalmente, dentro de las casas, como no está valorado, no está remunerado. Es el hecho de que el trabajo reproductivo, que siempre ha estado realizado por mujeres, no esté considerado dentro de la economía capitalista.La mujer siempre ha cuidado, tanto a los pequeños como a los mayores, pero se tiene que incorporar al mercado laboral, porque tiene que hacer frente a una situación de crisis mundial donde el trabajo si es escaso además es precario, y las mujeres tienen que estar trabajando también para llevar el sustento a casa, además de ser madres.

¿Es partidaria, entonces, de que las mujeres que cuidan a sus hijos tengan un sueldo?

Por supuesto, es que los trabajos de cuidados tienen un sueldo y están considerados, estarían las empleadas domésticas, donde entraría también esos cuidados, aunque no estén específicamente reconocidos, solo cuando se trata de enfermería y profesionales de algunos campos.

¿Qué obra destacaría de la exposición?

Aquí tenemos una visión bastante crítica en todos los aspectos en los que la mujer está discriminada. Yo destacaría un proyecto de la artista catalana Núria Güell que hace un vídeo en la ciudad de Medellín donde le pide a una serie de prostitutas que expliquen las obras de arte de Botero que se han puesto en espacios públicos para revalorizar esta ciudad. La gente lo que ha hecho es aprovechar el tirón de la cultura y el arte para hacer una ciudad de turismo sexual. La artista lo que hace es explicar a las prostitutas la obra desde su punto de vista.

¿Y qué obra le gustaría añadir a la exposición como ejemplo de que se ha acabado con la discriminación laboral de la mujer?

Me imagino un contexto más idílico, de trabajo más comunitario e igualitario. Me imagino, no solo a una mujer sola en un lugar, sino hombres y mujeres en cadena, unos trabajando al lado de los otros, en el mismo trabajo, donde no hubiera rivalidades y se estableciera realmente un punto de igualdad. Que en un mismo puesto de trabajo haya hombres, mujeres, embarazadas, no embarazadas, alternados y alternadas, en un mismo rango y sin ninguna diferencia.