El Almazora acumula demasiadas urgencias en este primer tramo de competición, por eso afronta el duelo de este mediodía con la obligación de ganar al Orihuela en el José Manuel Pesudo, en un partido que en un principio se tenía que haber disputado en Los Arcos. Pero debido a la resiembra de su terreno de juego escorpión se ha trasladado el enfrentamiento a la Plana Baixa. El equipo de Nahum Mingol volverá a jugar ante su afición, después de que el pasado miércoles el conjunto blanquinegro cayese con estrépito contra el actual líder la Nucía, por 0-3. Los locales están obligados a reaccionar para intentar escapar de los puestos de abajo de la clasificación.

Ahora ya no hay excusas porque la zona de descenso está más cerca que nunca y eso podría conllevar nervios en la joven plantilla blanquinegra. Enfrente habrá un equipo que aspira a estar entre los cuatro primeros y con ello disputar la fase de ascenso Segunda División B. El equipo oriolano fuera de su campo ya fue capaz de ganar en las visitas a los feudos del Olimpic de Xàtiva y del Elche Ilicitano, aparte de empatar en Paiporta, Borriol y Paterna. Su única derrota fue en el campo del líder la Nucía.

Por su parte, los almassorenses, como locales sólo han sido capaces de ganar al Borriol en el derbi provincial (2-1), y de empatar ante el Roda y el Atlético Levante, pero el número de derrotas ante su afición se eleva a cuatro. Eldense, Atlético Levante, Paiporta y Olímpic de Xàtiva han vencido en el Pesudo a los de Nahum Mingol. La temporada pasada ya se repitió este encuentro la séptima jornada de Liga y el Orihuela consiguió una abultada victoria por 0-4, con goles anotados por Samu Jiménez, Nacho Porcar, Antonio Martínez y Raúl González.

Para esta cita Nahum Mingol dispondrá prácticamente todos sus efectivos, con la salvedad del sancionado Blay Andrés, que fue expulsado el pasado miércoles, así como el lesionado Carlitos Martínez.