El presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner, presentó este jueves su proyecto de presupuestos, que será el último completo de su gestión al frente de la entidad. No obstante, tendrá muy difícil repetir el consenso del año pasado debido a las formas y a la ausencia de negociación con los partidos de la oposición, según indicaron sus portavoces.

Esto se debe porque al mismo tiempo que comunicaba a la prensa el proyecto, los grupos conocían el detalle de los presupuestos, sin ninguna negociación previa, ni reuniones del vicepresidente Vicent Sales con los portavoces de los grupos, según apuntaron a Levante de Castelló. De hecho, algunos diputados se enteraron por este diario de esta circunstancia, así como de que el proyecto se votará en el pleno del 21 de noviembre y de que la intención del equipo de gobierno es «negociar» en diez días las aportaciones de la oposición.

Las cuentas para 2018 se consolidan por los pelos en 135 millones de euros, una cifra comunicativamente utilizada por la Diputación de Castelló en diversas ocasiones y que responde al número de municipios de la provincia. Por tanto, las cuentas se incrementan respecto a 2017 en 4 millones de euros procedentes en gran parte de las transferencias de capital realizadas por la Generalitat, que llegan hasta los 6,3 millones (4,3 en 2017), mientras que las transferencias desde el estado mejoran en un millón, 102,6 en 2018 por 101,7 en 2017). El resto de la subida se debe a una mayor recaudación tanto en los tributos directos como los indirectos. Cabe apuntar que la amortización de la deuda se relaja en casi medio millón de euros y pasa de los 5 millones a los 4,5.

Respecto a la presentación, Moliner aseguró que «estos presupuestos que hoy ven la luz ponen al servicio de Castelló y todos sus vecinos el 100% de los recursos de la diputación, un total de 135.076.422,60 euros con el objetivo de hacer de la provincia de Castelló una tierra más justa y próspera para todos, vivan donde vivan».

En el plano de los portavoces de la oposición, José Benlloch, del PSPV-PSOE indicó que «no vamos a hablar de momento de temas concretos dado que queremos estudiar bien las cuentas» y aseguró que aunque desde un modelo de diputación diferente al propuesto «la negociación empieza ahora para que el dinero público sea útil a nuestra provincia». «Si consideramos la diputación no como un gobierno más, sino como un órgano de coordinación entre los distintos ayuntamientos, creo que tenemos la obligación desde el partido socialista de plantear propuestas y de intentar llegar a un acuerdo», aseguró Benlloch.

Por su parte, desde Ciudadanos guardaron las mismas precauciones al analizar un documento que apenas conocían e indicaron al respecto que «afrontamos la negociación con escepticismo ya que no se ha cumplido ninguna de las partidas que exigimos en la enmienda presentada a las cuentas del año pasado», según indicó, la portavoz, Cristina Gabarda, quien añadió que «el acuerdo histórico de las navidades pasadas está más lejos de repetirse por lo que respecta a nuestro grupo en esta primera toma de contacto con las cuentas provinciales».

Así mismo, desde Ciudadanos criticaron este jueves lo que consideran «pseudotransparencia» la política implantada por Moliner y le afearon que «el equipo de gobierno tarda dos años en poner información en una web», como puntualizó Gabarda, quien ha valorado que «sin embargo, no se les olvida poner las noticias del Gobierno del PP ni un solo día».

El portavoz de Compromís se mostró muy molesto con la planificación de la negociación adelantada por Moliner a la prensa y manifestó que «el supuesto consenso es todo imagen; las formas nos pueden alejar de la abstención y más si pretenden negociar el presupuesto como el año pasado en 24 horas». De esta manera, Xavi Trenco indicó que «vamos a trasladar las propuestas de Compromís y negociar como toca, dado que consenso significa consenso» y consideró superado el acuerdo sobre el Plan 135.

Iñaki Vallejo, de Castelló en Moviment, se mostró escéptico respecto al consenso y criticó la introducción de algunas partidas como los convenios singulares o la escuela taurina. «Debe cambiar mucho para logar la abstención», concluyó.