La junta directiva de la Asociación Española de Técnicos Cerámicos (ATC) ha decidido por unanimidad conceder este año su máxima distinción, la Insignia de Oro, a dos «históricos» del sector azulejero castellonense: el director general de Grespania, Luis Hernández; y el técnico cerámico Serafín Tortosa, socio fundador de ATC y, hasta su reciente jubilación, director técnico de Peronda. «Los dos, cada uno desde su ámbito de trabajo, son figuras emblemáticas e imprescindibles en la positiva evolución registrada por el sector cerámico castellonense en las últimas décadas, y este reconocimiento es una forma de agradecer de manera pública su trabajo en beneficio de toda la industria cerámica», afirma el presidente de la entidad, Juan José Montoro.

Luis Hernández recibirá la Insignia de Oro de ATC «por su dilatada labor profesional y su decidida apuesta a favor de la constante superación del sector», y Serafín Tortosa es merecedor de tan importante reconocimiento «por ser un ejemplo en la transferencia de experiencia al dedicar su tiempo libre a realizar cursos de formación para los nuevos técnicos».