El Ayuntamiento de Castelló ha retirado de una de sus bibliotecas municipales los impresos de control de acceso para usuarios que diferenciaban entre niños y niñas en hojas azul y rosa, respectivamente, y que han generado críticas en las redes sociales. Fue una usuaria de la Biblioteca Pública de la calle Mayor quien se percató de la diferencia de colores por sexos cuando acudió a las instalaciones municipales y no pudo instalarse en la zona de adultos, al estar completa, por lo que fue derivada a la infantil.

Allí se dio cuenta de que las hojas estaban impresas en azul y rosa y compartió la imagen en Facebook, donde se originó el debate sobre el componente sexista de la distinción.

Entre otros, el secretario autonómico de Empleo y director general del Servef, Enric Nomdedéu, pedía en esa publicación de Facebook a la concejala de Cultura de Castelló, Verónica Ruiz (también de Compromís), que «mirara» el tema. Desde la Concejalía de Cultura han explicado que las bibliotecas disponen de un documento electrónico para hacer este control y que fue el encargado de esas instalaciones quien decidió imprimirlas en esos colores.

El ayuntamiento ya se ha comunicado con este empleado para pedirle que imprima las hojas en el color que prefiera, pero no haga distinciones entre niños y niñas. Se trata, insisten desde el consistorio, de una decisión «personal» de ese empleado, un comportamiento que «no es labor de la concejala vigilar».

Las mismas fuentes remarcan que se trata de un «hecho aislado» y no una práctica generalizada en los once espacios públicos de lectura y bibliotecas del municipio. Sobre el hecho de diferenciar entre lectores menores de edad por sexos, desde la concejalía han explicado que se hace porque no se dispone de información disgregada sobre los usuarios y se pretende utilizar estos datos para «diseñar actuaciones en temas de fomento de la igualdad».

Por su parte, el portavoz adjunto del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Castelló, Juanjo Pérez Macián, ha calificado de «despropósito y completo desacierto» lo ocurrido en la Biblioteca Municipal en la que se imprimieron formularios en rosa y azul para controlar el acceso de niños y niñas. Para Pérez Macián, es una «cobardía imperdonable que, una vez más, el bipartito culpabilice a otros, normalmente a los funcionarios, en lugar de asumir sus responsabilidades como gobernantes de esta ciudad».

El concejal popular ha indicado que de este «despropósito» son responsables «la vicealcaldesa, que ejerce la delegación de Igualdad y la concejala de Cultura que es a quien corresponde la responsabilidad de las bibliotecas municipales». «Si la vicealcaldesa, de Compromís, en lugar de dedicarse a reivindicar la independencia de lo que ella llama Països Catalans, hubiera estado pendiente de sus competencias en el ayuntamiento, esto no hubiera pasado», ha aseverado.