Después de un año de tramitación burocrática que ha incluido los trabajos topográficos, la segregación de fincas, los permisos de las consellerias, los pasos para materializar la escritura de donación del Castell y poblado de Miravet de Cabanes, parece llegar a la última fase y ya solo hay que esperar a recibir la donación desinteresada por los propietarios de la parcela donde se encuentra. El edil Carles Mulet ha reiterado el gran revulsivo que puede ser para la economía y el turismo.