El cambio de año el próximo 31 de diciembre puede provocar que a los actuales responsables del CD Castellón se les atraganten la uvas de la suerte: si no hay un giro inesperado en este mes y medio que queda y presentan un plan de viabilidad riguroso, el ayuntamiento dará por finiquitado el convenio por el que se cede el estadio Castalia al club. Lo advierte la propia alcaldesa de la capital de la Plana, Amparo Marco, quien en declaraciones a Levante de Castelló lamenta el incumplimiento de las promesas que realizaron en el propio despacho de la Alcaldía los actuales gestores del club, con su presidente, Vicente Montesinos, a la cabeza.

La alcaldesa se refiere al encuentro en el ayuntamiento del pasado 19 de junio, en el que «se comprometieron conmigo a entregarme dos informes que no me han facilitado aún: el documento que firmaron con David Cruz por el que ellos gestionan las acciones de este señor y un plan de viabilidad del Castellón. Y la realidad es que no he visto ninguno de los dos».

Lo cierto es que el tiempo apremia y eso que el ayuntamiento, según la alcaldesa para que «quede patente la buena voluntad de la corporación municipal», aprobó recientemente una prórroga del convenio sobre la cesión de Castalia que había expirado hace meses: «Ellos nos pidieron hace poco tiempo esa prórroga y la Junta de Gobierno decidió alargar su vigencia hasta el 31 de diciembre».

Curiosamente, en el informe del consejo de administración del club facilitado a los accionistas se vincula la salvación de la entidad, no solo al «reestablecimiento contable-patrimonial» y los «acuerdos» con las administraciones públicas sino también «a un acuerdo que permita asegurar la utilización a largo plazo del Estadio Castalia».

Mes y medio de plazo

Al respecto, Amparo Marco deja una cosa clara: «Antes de esa fecha tendrán que entregar los dos documentos a los que hemos aludido si quieren que se ceda el estadio o que hablemos de él para lo que queda de temporada».

Sobre el club en sí, la alcaldesa destaca que «dentro de lo que es la gestión de una sociedad anónima, de una entidad privada, el ayuntamiento no tiene que posicionarse, porque tampoco les le damos subvenciones». Otra cosa distinta es lo que se refiere a la cesión de Castalia, de propiedad municipal, «y en el convenio dice claramente que el Castellón debe estar al corriente de los pagos a la Seguridad Social y con Hacienda», de la misma manera que se recoge que son los dueños del equipo albinegro los que «deben hacerse cargo de todos los gastos de mantenimiento del estadio». Y, de momento, hay un acuerdo con la Seguridad Social pero no con Hacienda.

Con toda esta realidad de fondo, la alcaldesa insiste en que «en estos momentos hemos decidido darles una oportunidad a los nuevos gestores, de los que, insisto, no hemos visto los documentos». La 'confianza' estará en vigor hasta el 31 de diciembre, «y a partir de esa fecha veremos qué decisión toma el equipo de gobierno».

Para concluir, la alcaldesa, que insiste en que es la primera aficionada albinegra en desear el mejor futuro para el club «y verlo de nuevo en Primera División», asegura que «el Castellón necesita un plan de viabilidad serio y riguroso, con plazos, con aportación económica, porque el fútbol, el Castellón, no vive solo de sentimientos y de pasiones, sino que necesita una inyección importante de capita».