Raúl Martínez, guardameta de L'Alcora que el domingo tras ser expulsado en el campo del Benicarló estando en el banquillo zarandeó al colegiado, ha sido suspendido por nueve encuentros de sanción. Un partido por «ser expulsado por doble amonestación», cuatro por «coacciones y amenazas» y otros cuatro por «producirse con violencia leve hacia los árbitros». Tras la última jornada, hasta ocho futbolistas fueron suspendidos al menos por un encuentro, a parte de cuatro entrenadores.