tocamos fondo y, una vez ahí, «solo» quedaba salir del pozo. Pero no iba a ser fácil. Yo, que siempre prefiero dar buenas noticias, conocer que Almassora ha roto por primera vez desde la crisis económica la barrera de los 2.000 parados, vuelvo a tener motivos para la esperanza. Pero como toda alegría, vamos a digerirla poco a poco y sin euforias de ningún tipo, que sigue habiendo 2.000 dramas particulares y circunstancias personales por los que seguir trabajando.

Los datos de empleo que facilita la Generalitat Valenciana son transparentes: Almassora cerró octubre con 1.943 vecinos parados (15,32%), mil menos de los que tenía en 2012 (24,01%). A juzgar por las ampliaciones de empresas, por las licencias de actividad que cada lunes concedemos en junta de gobierno y por las sensaciones que me transmiten los ciudadanos con los que charlo en el Dia del Veí, todo me hacía pensar que la cifra sería positiva. Pero, por fin, puedo comprobarlo y compartirlo con vosotros.

Almassora ha tardado nueve años en recuperar los niveles de empleo previos a la crisis. Se dice pronto pero pasa muy lento el tiempo para quien no puede llegar a fin de mes. Alcanzamos los peores datos en 2013, con más de 3.000 vecinos buscando trabajo sin éxito. Persianas de negocios bajadas, naves abandonadas y colas inmensas a las puertas de las oficinas de empleo. Ante el drama colectivo, el ayuntamiento tuvo que ponerse las pilas y crear el Plan de Empleo Municipal, una herramienta para generar puestos de trabajo que en 2018 cumplirá su primera década en activo.

¿Acaba aquí nuestro trabajo? No. Pese a que el motor de la economía son las empresas, el Ayuntamiento de Almassora, en plena confección de los presupuestos de 2018, tiene clara una cosa: ese Plan de Empleo ha llegado para quedarse. Es más, no podemos escatimar recursos aunque las cifras de ocupación hayan batido los récords más optimistas. Por ello, el próximo año destinaremos 200.000 euros del presupuesto municipal a generar puestos de trabajo a través de esta iniciativa. Es el doble de la cuantía que reservó el gobierno del Partido Popular para el ejercicio 2015. Y eso que el dato del paro era mucho peor a finales de 2014, mientras la anterior corporación redactaba las cuentas.

Pero, como suelo decir, echar la vista atrás solo debe servir para no repetir errores. El «y tú más» de nada le sirve al vecino que todavía busca una oportunidad laboral. El terrorismo, la crisis catalana, la corrupción? parece que otras preocupaciones colectivas han ido ganando terreno en los últimos meses al paro, pero para quien lo sufre nada es más importante que encontrar remedio a su drama y este equipo de gobierno está empeñado en lograrlo.

Tampoco cualquier ocupación, y a cualquier precio, sirve para satisfacernos. Los miniempleos, el trabajo mal remunerado, la desigualdad salarial hombre-mujer? Todavía no hemos alcanzado la meta deseada, la del trabajo digno para todos, pero saber que con 25.632 vecinos censados tenemos una tasa de empleo similar a la de 2008, cuando el padrón de Almassora reflejaba 24.963 habitantes, da motivos para la esperanza.