Más de un centenar de moteros se ha sumado hoy a la fiesta de la Vespa con motivo del XV aniversario del Vespa Club de Castelló. Las actividades han comenzado a las 9 horas de la mañana con la vuelta en Vespa por los alrededores de la ciudad. El paseo ha partido del Antiguo Acuartelamiento Tetuán 14, hasta la Ermita de la Magdalena. Luego, los moteros se encaminaron hasta el límite con Benicàssim, para enfilar hacia el Grau y retornar al punto de partida, en total unos 25 kilómetros.
Carlos Dolz, presidente del Vespa Club de Castelló, ha resaltado la fidelidad de los moteros a esta montura. «Son pocos los que no han tenido una Vespa en su entorno familiar», ha dicho. «Primero, optaron por ella como medio de desplazamiento para ir al trabajo, y ahora casi por mero placer y capricho. Unos optan por el modelo antiguo, que tunean según sus gustos, y otros por los modernos prototipos automáticos», añade Dolz.
El Vespa Club de Castelló es una institución que surgió en la provincia en la década de los cincuenta, cuando la marca Piaggo desarrolló el proyecto Vespa y la popularizó por toda la geografía española y europea. «En sus inicios, el club participó y organizó todo tipo de pruebas, incluso competiciones de velocidad, con gran éxito de socios, seguidores y público en general», comenta el presidente del club, Juan Carlos Dolz.
Más adelante, en 2002 otro grupo de aficionados, herederos directos de aquella generación de vespistas de los cincuenta, se decidieron a recuperar el club. En la actualidad, el club cuenta con 243 socios de los cuales 33 son mujeres.