El Levante visita el estadio Insular de Las Palmas en horas bajas y con un parte médico -hasta siete damnificados- que asusta. Seis jornadas sin conocer la victoria -tres puntos de 18- es un bagaje preocupante, aunque también es verdad que de ganar hoy se situaría en la parte cómoda de la tabla, más cerca de Europa que del descenso. Una derrota, sin embargo, colocaría a los de Muñiz más cerca de los puestos de descenso. Si en lo anímico pesa esta racha adversa, en lo físico el Levante no para de sufrir zancadillas. El virus FIFA atacó primero con la lesión de Lerma con la selección de Colombia y ayer se anunció que Lukic sufrió una rotura muscular con Serbia sub 21 que le mantendrá tres semanas de baja. Ausencias que se suman a las de Antonio Luna, Pedro López y las ya conocidas de Nano Mesa, Roger Martí e Iván López.

Así las cosas, el técnico azulgrana tendrá hacer encaje de bolillos para presentar un once. La baja de Pedro López todo parece indicar que la cubrirá Róber Pier, un jugador que igual juega de central, de mediocentro o de lateral, como hoy ya que Shaq puede estar verde para un partido de tanta responsabilidad. Toño suplirá a Luna en el lateral izquierdo.

En el centro del campo, si Róber Pier juega en la defensa, Doukuré sustituirá a Lerma. Si ni así el costamarfileño encuentra acomodo entre los once titulares, algo malo se hizo el pasado verano con su fichaje. Campaña jugará pese a haber estado entre algodones toda la semana por un problema de amigdalitis, lo mismo que Morales, renqueante con sus problemas de tobillo.

En punta estará Ünal, aunque tampoco hay mucho donde elegir ya que solo queda en pie Boateng.

Por su parte, Las Palmas podrá contar con Jonathan Viera después de recuperarse antes de lo previsto después de lesionarse el 30 de octubre ante el Deportivo y acortar las cuatro semanas de baja que se le habían diagnosticado.

Para el equipo de Ayestaran el choque si tiene tintes dramáticos. Una derrota supondría el despido del extrenador del Valencia la pasada temporada.