La campaña de recogida de cítricos de Castelló ha arrancado este año con un grave problema; los almacenes no encuentran suficiente personal para cubrir sus plantillas. La reactivación de otros sectores como la hostelería o la cerámica y las malas condiciones de las ETT han provocado un déficit de «collidors» que, según la Unió de Llauradors y el sindicato de Comisiones Obreras, se sitúa en los 3.500.
«¿Alguien puede trabajar por sólo 20 euros al día?», se pregunta Andrés Martínez, secretario general de Industria de CCOO. Afirma que esta reducida cantidad de 20 euros la reciben los temporeros que son contratados a través de ETT. Critica que estos empleos incumplen el convenio de recolección de cítricos de la Comunitat Valenciana al contemplar retribuciones de 1,55 euros por capazo frente a los 2,19 estipulados. «Encima no les pagan el kilometraje del transporte», subraya. Un «collidor», lamenta, puede generar unos 80 euros al día pero sólo recibe 20. CCOO advierte que ha avisado a seis almacenes de Castelló de que incumplen el convenio y alerta que si hacen caso omiso a su reclamación les denunciarán ante el juzgado de lo Social.
De esta manera, según la Unió y CCOO, los almacenes afrontan la campaña con dificultades para contratar trabajadores. «Desde cooperativas y empresas nos dicen que no hay gente», indica Teresa Escrivà, técnico de la Unió de la Llauradors, que señala que el agujero de «collidors» se sitúa en el 40 % del total, es decir, el sector emplea a 10.000 personas en la recogida de cítricos de Castelló y necesita otros 3.500. Son contratos temporales que se prolongan el periodo de la campaña -de tres a seis meses-.
La responsable de la Unió menciona dos causas para explicar la reducción de la demanda de «collidors». Por un lado, cita la mejora de otras actividades económicas como la hostelería, construcción y cerámica que ofrecen condiciones laborables más favorables que el campo, y en segundo lugar, resalta que hay trabajadores que se han vuelto más exigentes en sus reivindicaciones laborales y prefieren emigrar a otros países como Reino Unido, Francia o Alemania.
La mayoría de los «collidors» son inmigrantes. Tras estar viviendo en España varios años, muchos de ellos, añade la Unió, han dicho basta ante las «dura» condiciones de las ETT. «Quieren condiciones dignas para prosperar», resalta Escrivà, que reitera que un «collidor» se lleva 1,4 euros por caja. Si recoge 50 capazos alcanza los 70 euros diarios, y a esta cantidad hay que descontar unos 6 euros por el transporte más otra cuantía que cobra la ETT. Se da el caso, asevera la responsable de la Unió, que hay trabajadores que ya tienen derecho a percibir el paro y que prefieren continuar con el mismo ante que volver al campo. «Piensan que darse de alta para trabajar 8 horas recogiendo cajas de 20 kilos por 30 euros al día no vale la pena», sostiene. «Hay quien dicen que lleva muchos años trabajando y que por una vez que cobra el paro...», remarca Escrivà.
«Cuando vamos al campo y decimos a los trabajadores lo que deberían cobrar según el convenio se vuelven locos», abunda, por su parte, el representante de Comisiones Obreras.
Ante tales circunstancias, hay cooperativas que han vuelto a contratar directamente a trabajadores de otras zonas de España. Las propias ETT, destaca la Unió, han establecido nuevas técnicas de búsqueda de «collidors» a través de cabos cuadrillas. Desde la Unió destacan que de seguir así se regresará a contratar en origen. La organización acaba de enviar a Castelló una tanda de 200 «collidors» de València.
