«Me siento desautorizado por mi partido. Mi modelo de gestión en la Diputación no ha sido avalado y, por coherencia, dimito». Este fue el primer argumento esgrimido ayer por José Benlloch, alcalde de Vila-real, para justificar su renuncia al acta de diputado provincial tras quedar oficialmente descabalgado de su carrera a la secretaría provincial del PSPV de Castelló.

Benlloch sale de la Diputación con el objetivo de dedicarse plenamente al Ayuntamiento de Vila-real, dejando tras sí un reguero de reproches al ´aparato´ del partido y, desligándose, del quehacer orgánico del partido, más allá de su puesto en el comité federal del PSOE, «que haré valer en toda su extensión» puntualizó.

Benlloch excluyó a su grupo de una posible integración en la futura ejecutiva provincial, que ha de confeccionar el nuevo secretario general, Ernest Blanch, y dejó en manos de éste la reestructuración del grupo socialista en la institución provincial.

El regidor de Vila-real señaló que acata la decisión de la comisión nacional de garantías electorales del PSPV, pero tildó de «burla» la resolución del organismo de rechazar la impugnación de su candidatura a la votación del domingo pasado en la mesa de Bejís. «Esto debe abrir una reflexión en el partido, porque hay muchas personas que se han sentido defraudadas y frustradas», dijo.

La decisión de ese órgano del partido valida, al mismo tiempo, la victoria de Ernest, Blanch, jefe de gabinete de la Conselleria de Vivienda, por una exigua mayoría absoluta del 50,03%, es decir por un solitario sufragio.

Benlloch recalcó que su entrada en la Diputación, merced a una elección indirecta, fue con la idea de implantar un modelo de gestión, basado en el municipalismo, apegado al territorio y apostando por la cultura del pacto. «Yo no estoy aquí [en la diputación] por un cargo o un sueldo, sino por trabajar por una idea y modelo de gestión, en la que creo», remachó.

El primer edil de Vila-real indicó que desde hace dos años y medio cuando llegó a la diputación ha defendido su proyecto, frente al del partido que apostaba «por convertir la Diputación en un Parlamento, cosa que evidentemente no lo es, y por una oposición de desgate al PP, cuando yo creo más en la cultura del pacto». «Esos dos modelos se han confrontado en proceso de primarias. Y el mío no ha sido avalado por los militantes han optado por el de Blanch. Por coherencia, y al no coincidir el modelo de partido con el de la gestión aquí, no me quedaba más que dimitir», añadió.

Benlloch recalcó que no entrará en la nueva ejecutiva de Blanch y dio a entender que su grupo tampoco se integrará. «Los que me han apoyado, no lo han hecho no porque les cayera simpático».

El ya exportavoz del PSPV en la diputación dejó en manos del nuevo líder de los socialistas la reestructuración del grupo en la corporación, que podría acarrear cambios en el Ayuntamiento de Castelló, si el actual portavoz adjunto, Antonio Lorenzo, le sucede. Lorenzo es uno de los ediles con mayor peso en el gobierno municipal, que lidera Amparo Marco. Tras la dimisión de Benlloch, su acta de diputado provincial pasa al primer suplente de la lista del PSPV, Fernando Grande, edil de la Vall d´Alba.

La locuacidad de Benlloch contrastó con la parquedad de Blanch al valorar los episodios vividos en el seno del PSPV apenas 24 horas después de hacerse con las riendas del partido. «Respeto absoluto a todos los procesos», dijo. «Es el partido el que debe decidir», añadió en una nota oficial.