La Universitat Jaume I (UJI) de Castelló va a tener que seguir peleando si quiere que la Facultad de Ciencias de la Salud sea una realidad. Tras dar por concluida la primera fase del proyecto, el rector de la UJI, Vicent Climent, lamentó ayer que la Generalitat Valenciana no se haya comprometido a aportar la financiación necesaria para poder licitar los dos módulos pendientes. En un comunicado, Climent manifestaba que Castelló «corre el riesgo de quedarse solo con media Facultad de Salud, o dilatar en el tiempo su finalización» y en su opinión «cualquiera de las dos opciones sería un evidente fracaso».

La construcción de la segunda fase (los dos módulos pendientes) supondría una inversión de 13 millones de euros, que la UJI podría asumir solo si la Generalitat Valenciana mantiene su compromiso de abonar a las universidades las cantidades pendientes de la deuda antigua, «una situación que ahora mismo no está garantizada», se añadía en el comunicado. A través del acuerdo de revisión de la deuda antigua, el Consell ha conseguido reducir el déficit en 41.026.019,92 euros. No obstante, todavía les queda el pago de 41.334.607,08 euros, cuantía que se debería abonar durante el periodo 2017-2022.

Climent hace hincapié en que este proyecto «no ha finalizado» y que la UJI «se encuentra en una situación muy crítica». «Aún tenemos que acabar esta facultad, y eso es lo que vamos a reclamar a la Generalitat Valenciana, ya que sin su compromiso no se va a poder finalizar este proyecto», indica el rector, y recuerda que, hasta ahora, «hemos afrontado su construcción con fondos propios pero nos gustaría que, si no hay una financiación ex profeso, por lo menos se mantenga la subvención a la UJI y el compromiso de pago de la deuda antigua para que podamos acabar esta facultad, aunque sea con nuestros fondos».

La universidad pública de Castelló cuenta para 2018 con un presupuesto de 98,5 millones, una partida destinada casi en su totalidad para pagar nóminas y los gastos corrientes (61,5 millones son gastos de personal y 17,4 millones a compra de bienes corrientes y gastos de funcionamiento). Apenas restan 13,8 millones para inversiones reales. Además, se prevé ingresar un 15 por ciento menos por la bajada de las tasas. El máximo responsable de la universidad de Castelló se ha referido a la construcción de la nueva facultad como «una carrera de resistencia» y muestra su «satisfacción» porque «a pesar de todas las dificultades hemos conseguido que el proceso no parara».

La inauguración oficial de esta primera fase se realizará en el mes de febrero de 2018, una vez se cuente con todo el equipamiento. Asimismo, el traslado de los grados de Medicina y Enfermería a este edificio se hará el próximo año, de forma que el curso 2018-2019 ya se impartirá en las nuevas instalaciones.