Costó, pero llegó. Trascurridos 98 días de la última victoria a domicilio (en Ontinyent, el 3 de septiembre), el Villarreal B se reencontró con el triunfo lejos de casa. Lo hizo en el campo del Peralada-Girona B tras adelantarse dos veces en el marcador. Mario González y Adriá Dalmau le dieron ventaja al filal en el luminoso. Se sufrió hasta el pitido final porque a siete para la conclusión Dalmau no pudo materializar un penalti. Lanzó alto. No se echó en falta. El equipo de Miguel Álvarez supo festejar bien el triunfo como visitante, el tercero de la actual campaña.

Se vio un partido de toma y daca en la primera parte. Los locales, que se jugaban mucho, salieron apretando. Los de Arnau Sala pusieron cerco a la portería de Ander Cantero, pero el arquero navarro se empleó a fondo en el minuto 15, tras un remate de Maxi Milla a centro de Cesc Clotet. Seis minutos después, se repitió el peligro en el área amarilla con un centro de Iu Ranera que Kevin Soni, el más peligroso de los gerundenses, cabeceó por encima del larguero.

El Villarreal B de Miguel Álvarez se fue creciendo sobre la marcha. Avisó la escuadra grogueta en el minuto 27 con una falta peligrosa en la frontal del área lanzada por el juvenil Manu Morlanes y el portero Gianni, con los pies, rechazó de milagro. En el rechace no llegaron a rematar los laterales Genís y Quintillà, que subieron al remate.

Aviso importante

En el intercambio de golpes y de llegadas al área, en el 33 el centro de Andrés Romero lo cabeceó Kevin Soni por encima del larguero. Tercera llegada loca que no fue más allá de un susto. Y en el 40 una larga galopada del delantero burgalés Mario González, con varios recortes, acabó con un trallazo del ariete desde la frontal del área al que nada pudo hacer el cancerbero local. 0-1 al descanso.

En la segunda parte el encuentro fue muy parecido al del primer tiempo. Salió muy fuerte el filial del Girona hasta que en el minuto 56 el camerunés Kevin Sori, en su tercer remate de la tarde, logró perforar la portería del Villarreal B, que volvía a tener el encuentro empatado. El atacante presionó la defensa, que cometió un error y recogió el balón para driblar al portero y poner el 1-1. Tocaba empezar de cero.

El filial se rehizo. En el minuto 73 en una nueva contra el balear Adrià Dalmau se marchó cara a portería, se plantó ante el arquero Gianni y con la derecha puso el 1-2 para enmudecer el municipal de Peralada. El encuentro estaba encarrilado, pero ni mucho menos sentenciado. Esa sentencia pudo haber llegado en el minuto 83 cuando el colegiado cobró penalti a favor del Villarreal B, pero el ariete Adriá Dalmau envió por encima del larguero.Tocaba seguir apretando los dientes hasta que el colegiado decretase el final.