El presidente de la Diputación de Castelló, Javier Moliner participó este jueves en la reunión de la Subcomisión de Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares de la Federación Española de Municipios y Provincias que tuvo lugar en Madrid.

Al respecto, Moliner indicó que «desde la Diputación de Castelló siempre hemos creído que la administración debe consumir los menores recursos posibles», y manifestó que, en su opinión, «la administración debe rebajar su deuda, intentar gestionar con superávit, es decir, no gastar más de lo que se ingresa e intentar prestar más servicios con el mismo personal. Todo ello para que todos los recursos de los que disponemos vayan destinados a los ciudadanos».

En ese sentido, Moliner puso en valor el esfuerzo que la mayoría de administraciones locales y provinciales están haciendo para seguir ese recorrido. «Ese modelo afortunadamente hoy es un modelo que se ha instalado ya en la inmensa mayoría de las administraciones públicas en España y eso nos ha llevado a que los ayuntamientos y las diputaciones no seamos parte del problema por no pagar a proveedores, sino que seamos parte de la solución, porque en estos momentos aguantamos buena parte de la inversiones públicas. Y éste es un criterio que en la Subcomisión de Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares de la FEMP ha sido compartido por las diputaciones de España».

Moliner destacó «la eficiencia en la gestión» en la diputación y adelantó que ello hará posible que en el presupuesto de 2018 «se contemple una mejora sustancial de los servicios que presta la Corporación Provincial al servicio de la mejora de oportunidades en la provincia, con seis millones de euros más de inversión que en 2017».

Así mismo, matizó que «la Diputación de Castelló ha conseguido optimizar sus recursos de personal hasta conseguir que éstos supongan un coste del 18,3% de su presupuesto cuando la media de las Administraciones Locales se sitúa en 2017 por encima del 29%».