Y es que pedía el técnico Pere Martí, en la previa del encuentro, una victoria lejos de casa, pero ayer no pudo ser. Por momentos se rozó y por otros incluso se vio peligrar el empate. Paterna no es una plaza cómoda para los equipos que visitan el Gerardo Salvador. El filial afrontó este encuentro con bajas importantes de chavales que estaban citados con el Villarreal B (el portero Josele Martínez, el extremo Andrei Ratiu y el mediocentro Andi Bogdan), más los lesionados. Pese a esas bajas el equipo dio la cara en todo momento.

En la primera parte fue mejor el equipo de la Plana Baixa que el conjunto gualdinegro. Jugó muy bien y el Paterna tuvo problemas para tener el balón. No fue un primer tiempo pródigo en la fabricación de ocasiones claras de gol en ambas áreas. Los villarrealenses tuvieron la posibilidad de abrir el marcador en el minuto 36, cuando se acercaba el descanso. Hubo un robó por parte del Villarreal C en la frontal del área local, y allí el asturiano Pablo Álvarez engatilló fuerte al fondo de las mallas de la portería defendida por Sergio Molina. Era el 0-1 con el que se alcanzaba la conclusión del primer tiempo.

Y nada más arrancar el segundo tiempo llegó el empate. Sin tiempo a aposentarse llegaría la acción en la que el siempre desequilibrante Rafa Tobías encontró el agujero perfecto para poner el gol en la red de la portería defendida por Marc Vidal. A partir de ahí el encuentro pasó a estar más controlado por el Paterna, que poco a poco fue quemando todas sus naves.

Capear el temporal

El segundo filial amarillo cerrará el 2017 este miércoles en el Mini Estadi en un partido de rivalidad contra el Almazora que promete. El partido arrancará a las 19.00 horas de la tarde.