El ultrafondista de Alcalá, Javi Lozano, se vio obligado a retirarse pasadas las cinco de la madrugada con 150 kms recorridos en las 24 horas de Barcelona, única prueba de estas características de carácter internacional que se disputa en España, siendo incapaz de alimentarse al verse afectado por nauseas y vómitos. Y eso que el atleta xivertense había pasado el ecuador de la prueba con la sensación de que la mínima de cara al Mundial de la especialidad estaba en sus piernas.