La rehabilitación del edificio de los antiguos juzgados de Castelló, en la plaza Borrull, tomará un impulso definitivo durante 2018 después de su cierre hace ya 11 años tras la inauguración de la Ciudad de la Justicia. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, avanzó ayer en Castelló que la obra incluso podría estar ya en marcha antes de que acabe 2018 si se cumplen todos los plazos previos.

La comisión técnica que integran Generalitat y Ayuntamiento ha definido un calendario concreto y una distribución del edificio en función de la participación de cada una de las dos administraciones, aunque el objetivo global es que tanto la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas como los servicios sociales del consistorio «estén más cerca de las personas».

E l edificio tendrá una superficie de 11.000 metros cuadrados divididos en seis plantas y el proyecto base, que se está elaborando en estos momentos, estará en marzo acabado. La idea, avanzada por Ximo Puig, es presentarlo en abril. Así, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas dispondrá de 3.300 metros cuadrados y el ayuntamiento, de 6.700 metros cuadrados, quedando el resto como elementos comunes, entre ellos un salón de actos de uso compartido que estará en la última planta.

El proyecto de ejecución estará acabado en julio y la obra, que estará adjudicada en el 2018, tendrá un presupuesto de entre 10 y 12 millones que financiará el ayuntamiento. Es por ello que el consistorio se ha reservado el uso de cerca del 65 % de las instalaciones, porcentaje que surge de la cantidad que asume cada una de las administraciones. En este sentido, cabe recordar que la Generalitat participa con la aportación del inmueble en sí, valorado en 6,2 millones de euros.

Por lo que respecta a esos cerca de 12 millones de euros que tendrá que aportar el ayuntamiento, queda por definir aún la figura financiera que se adoptará, aunque la fórmula podría llegar por un préstamo, si es que siguen las restricciones de la Ley Montoro que impiden hacer uso del superávit municipal para esta obra.

Por otro lado, el presidente del Consell adelantó que se han puesto en contacto con el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), con sede en la Universitat Jaume I, que se encargará de diseñar una pieza de cerámica de forma singular y exclusiva para revestir la fachada y «poner en valor nuestra industria».

Un edificio que se cae a trozos

El presidente aprovechó para repasar el estado de abandono del edificio de Borrull desde que los juzgados se trasladaron las instalaciones de la actual Ciudad de la Justicia. Pese al paso del tiempo, el Gobierno anterior «no hizo nada para recuperar este local que está cayéndose a trozos».

Según Ximo Puig, estamos hablando de recuperar «un edificio en el centro de Castelló que tiene valor por sí mismo y también como parte de la memoria de la ciudad. Por tal motivo, quiso agradecer toda la cooperación y colaboración con el Ayuntamiento de Castelló, «que ha podido hacer posible esta rehabilitación».

El edificio que albergó toda la actividad judicial de Castelló hasta 2006 tiene una superficie de parcela de 1.739, 42 metros cuadrados, llegando la construida hasta los 11.679 m2. Los técnicos de la Conselleria de Hacienda lo valoraron en conjunto en 6.214.477 euros. En total cuenta con un sótano, planta baja, entreplanta y cinco alturas más.

Su nula actividad tras el cierre en 2006 dejaron el inmueble en unas condiciones pésimas. El pasado 29 de mayo la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, firmaron el protocolo de actuaciones en el mismo edificio, donde realizaron un recorrido junto a la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra, y el conseller de Hacienda, Vicente Soler que sacó a la luz el lamentable estado de las instalaciones, con material de obra y de oficina por los suelos, carcoma o humedades.