Desde que se creó en 1986 ha logrado posicionarse como uno de los conjuntos más llamativos y participativos del municipio, pues cuenta con alrededor de 250 socios que hacen posibles estos majestuosos pasacalles. El acontecimiento supone el broche final de los festejos y, año tras año, logra llenar el Paseo Marítimo con miles de curiosos que se acercan a observarlo. Actualmente, el desfile cuenta con 12 escuadras moras, 6 cristianas, un grupo de ballet moro y otro cristiano. Además, en él también participan varias bandas de música, caballos, jinetes y carrozas. Todo ello logra congregar a más de 800 participantes que se unen para mostrar este espectáculo de colores, música, espectáculo y emoción a todos los espectadores. Uno de sus socios, cuenta que los relucientes trajes son alquilados, de modo que cada año son diseños diferentes. Normalmente, se alquilan a establecimientos temáticos y especializados que se pueden encontrar en Villena, Alcoy o Cocentaina, pero normalmente, los de Peñíscola provienen de Villena.

Para Juan Marcos Bayarri, socio de la Asociación desde que se creó, exvicepresidente y delegado de «l'Esquadra del Mig» los Moros y Cristianos forman parte de su vida. Desde que era un niño ha participado en los desfiles y, asegura, que «se trata de un colectivo muy activo, abierto dinámico y proactivo» que se ha convertido en parte de la historia cultural de Peñíscola.

Este veterano miembro de la asociación reconoce que, «gracias a la ayuda de la actual presidenta, Agustina Martorell, y con la colaboración de las diferentes juntas directivas que ha tenido a su lado se ha apostado por abrir la asociación para recuperar los valores y la esencia de su fundación». Juan Marcos Bayarri define al conjunto como símbolo de hermandad, de punto de encuentro de gente de diferentes edades, de vínculos, de música, de baile, de inquietudes culturales y sociales.

Más allá de los desfiles

Además de la vertiente más conocida y vistosa, como son los desfiles, se trata de una asociación que va más allá de las Fiestas Patronales locales. El colectivo es el responsable de organizar el concurso fotográfico «Lluís Oms», colabora en pasacalles de otras localidades cercanas y participa en los actos navideños del municipio. «No solo se promueve la cultura a nivel local, sino también a nivel provincial, pues en nuestros desfiles participan 12 bandas de música de la provincia, hecho que ayuda a fomentar e incentivar la cultura musical de toda la provincia», argumenta Bayarri. En los próximos días festivos, dentro de la programación navideña, los Moros y Cristianos serán, un año más, una pieza fundamental en la organización, puesto que participarán en la llegada de Papá Noel, su reparto de regalos a todos los niños y niñas, en la cabalgata de SS.MM Los Reyes Magos y también en su posterior reparto.

Cada año, la asociación escoge al que será el Moro o la Mora del Año, una figura que se encarga de representar a la asociación junto a la Dama de la Corte de Honor. Maria José Medina fue la «Mora de l'Any» en 2016 y cuenta que una de las condiciones para serlo es no pertenecer a la agrupación. Ella, en su caso, pertenecía a los Moros y Cristianos por tradición familiar, pero no fue socia hasta que concluyó su cargo hace un año. Ahora, narra su experiencia desde dentro, pues pertenece a la escuadra «Montesianes-Cristianes noves», y explica que «animaría a toda la gente a la que le resulte atractiva de hacerse socio a que probase, al menos un año». Según Medina, es indescriptible la sensación que producen las marchas, la forma de caminar en formación, la música. «Siempre he vivido fuera de Peñíscola y reconozco que, el hecho de estar unida a cualquier asociación, nos hace compartir sentimientos comunes y mantener esas tradiciones que crecen en nosotros, aquellas que nos enseñaron en casa los mayores y que queremos seguir explicando a los pequeños», declara emocionada Maria José.