Una vez finalizado el proceso de participación y el período de exposición pública, la versión preliminar del Plan General Estructural de Benicarló ha recibido 481 alegaciones, aunque en realidad estas reclamaciones se reducen a 40 alegaciones diferentes, la mayoría referidas a cuestiones relacionadas con la costa Norte.

La alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles, responsable del área de Urbanismo, explicó ayer que «todas las alegaciones se remitirán al equipo técnico, que emitirá un informe detallado». «Una vez tengamos este informe, contestaremos a todas y cada una de las alegaciones y comunicaremos a las personas que han alegado si se aceptan o no sus propuestas», detalló la alcaldesa.

El documento definitivo que surgirá de estas alegaciones, junto con el expediente de evaluación ambiental, se remitirán a la Consejería de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, que elaborará el dictamen para la evaluación ambiental. De todo este procedimiento surgirá el documento definitivo para poder aprobar el Plan General Estructural, que pasará primero por el Pleno del Ayuntamiento y finalmente por la Consejería de Vivienda.

A partir de ahí, los servicios técnicos del ayuntamiento redactarán el Documento de Ordenación Detallada, que determinará los perfiles de detalle del Plan y tendrá una tramitación similar al Plan General Estructural, sin ser necesaria la aprobación de instancias superiores. Este será el último de los trámites del largo camino hacia la aprobación definitiva de un PGOU que comenzó a gestarse hace más 14 años y que podría aprobarse a finales de 2018. Miralles se mostró convencida de que «esta larga tramitación llegará a buen puerto esta legislatura» y explicó que el Plan General de Benicarló «definirá una planificación realista, porque Benicarló ha de crecer de manera ordenada y sin sobredimensionar las áreas urbanizables por encima de las necesidades reales».