El Villarreal B es segundo en la tabla clasificatoria del grupo III de Segunda B y a pesar de las bajas por lesión o por los futbolistas que están más rato en el primer equipo que en el filial, el bloque es muy consistente y fiable. Por eso el club no prevé que se produzcan incorporaciones a no ser que se produzca alguna baja. Se está más por la labor de echar mano de chavales del Villarreal C antes que recurrir al mercado futbolístico.

Echando la vista atrás, en las cuatro últimas temporadas sólo llegaron dos jugadores en enero de 2016. Aterrizaron por tierras vila-realenses el lateral izquierdo valenciano José Peris, procedente del desaparecido Huracán de Valencia) y el extremo zurdo barcelonés Aitor Cantalapiedra, que llegó procedente del Barcelona B.

La 2016-17 no se recurrió al mercado para reforzar a un Villarreal B que no acababa de funcionar ni de entrar entre los cuatro primeros de la tabla. Sucedió lo mismos en las campañas 2014-15 y 2013-14. Se apostó por la continuidad, o por promocionar a chavales del Villarreal C o del juvenil.

La actual plantilla del primer filial ha quedado bastante desprovista de efectivos con la subida al primer equipo de futbolistas como Pau Francisco Torres, Víctor Moya Chuca, Ramiro Guerra o Dani Raba, que son habituales ya en la primera plantilla. Cuatro jugadores de peso en el Villarreal B.

La intención es que el equipo de Miguel Álvarez siga estando entre los cuatro primeros de la tabla para disputar la fase de ascenso a Segunda División, tal y como hizo hace dos temporadas, aunque fue eliminado en primera ronda por el Logroñés. En toda la primera vuelta el equipo ha permanecido en segunda o tercera posición, y se confía en que se consiga mantener la misma intensidad en la segunda.