Eran las 20.00 horas del día 1 de enero de 2018. Algún desprevenido dejó en una calle de Vistabella del Maestrat un pozal metálico con brasas. Hacía viento y el viento sopló fuerte hasta sacar las brasas al exterior. Estas prendieron en la zona del Calvario y ahí empezó un incendio.

El alguacil de Vistabella vio llamas en el entorno del pueblo. Avisó al 112 y al 085 para que acudiesen los bomberos. Pero la brigada forestal del municipio estaba trabajando en el incendio de Culla. Ante la falta de efectivos los vecinos se pusieron inmediatamente en marcha.

Dos bomberos que no estaban en activo coordinaron en una acción en la que participaron más de 50 personas. La movilización en el pueblo fue total. En la tienda sacaron todos los cubos y recipientes que tenían a la venta. A partir de ahí se formó una cadena humana para llevar el agua desde las casas hasta el lugar del fuego.

Como en el pasado, cuando el toque de campanas hacía que todos dejasen sus labores y acudiesen a apagar el fuego, todos se pusieron en marcha.

Los vecinos consiguieron cortar el avance del fuego. Hasta los niños formaban parte de la cadena humana y querían colaborar. El fuego se localizaba en las afueras de la localidad y estuvo a punto de afectar a un vehículo, pero la rápida intervención vecinal también lo salvó.

A las 20.50 horas hacían acto de presencia los bomberos que fueron avisados. El Consorcio Provincial de Bomberos movilizó a dos dotaciones de bomberos. Así mismo se movilizaron dos brigadas de bomberos forestales y un coordinador forestal. Cuando llegaron el incendio estaba apagado en buena medida. No obstante su labor también fue vital para dejar completamente extinguidas las llamas y evitar cualquier tipo de rebrote.

Todos contra el fuego, desde el primer vecino hasta el último bombero. Desde el Ayuntamiento de Vistabella apuntaron que «todos los vecinos salieron corriendo a apagar el fuego y fueron capaces de coordinarse hasta la llegada de los bomberos».

Así mismo también incidieron en el hecho que en Vistabella, estos días, hay más gente de la habitual en un día invernal.

Camino de Xodos y Atzeneta

Los bomberos que intervinieron no dudaron en señalar que «si no llega a ser por la actuación vecinal el fuego hubiese tomado camino de Xodos y Atzeneta», más si cabe con el fuerte viento reinante. Lo que pudo acabar en hectáreas y hectáreas de monte quemado se quedó en unos centenares de metros cuadrados.