La asociación de gegants i cabuts de Borriana se formó a raíz del festival de folclore organizado por la asociación de danza tradicional l'Arenilla, en el año 2007, a partir del cual «se buscó a gente para que sacaran a los gigantes y poco a poco se formó la asociación», según explica el presidente de la Federación Valenciana de Nanos i Gegants, y tesorero de la asociación borrianense, Carlos Martí. Ahora, sus actividades más importantes durante el año son la participación en la ofrenda a la Virgen de la Misericordia el día de San José, los bailes y desfiles en la fiesta del 9 de octubre, y su cometido inicial, de aparecer en los actos de las fiestas de la Mercé.

Y es que, el feedback con el resto de asociaciones culturales y tradicionales es esencial, y el motivo por el que cuentan constantemente con los miembros de la colla de dolçainers local, porque una de las actividades principales que se lleva a cabo con las figuras de los gigantes y los cabuts es la de bailar al son de las melodías tradicionales y propias de cada localidad.

Desde su formación la asociación ha experimentado un notable crecimiento, y cuenta hoy en día con más de 40 personas entre mayores, jóvenes y niños, que recorren los pueblos vecinos para devolver las visitas y acudir a los aplecs, en los que se reúnen las collas con sus figuras, para mostrarlas y bailarlas en concentraciones que se convierten en verdaderos espectáculos de tradición y cultura, en los que se ve reflejada la historia de donde proceden.

Los gegants i cabuts han formado parte de la tradición de Borriana durante varias décadas, gracias sobre todo al apoyo de la parroquia de la Merced, que desde los años 80 salvaguarda a Blai y Mercé, dos gigantes ataviados con ropas típicas como son un blusón negro para él y un vestido de huertana para ella, y que fueron restaurados en 2003 con motivo de la celebración del vigésimo aniversario del origen de la fiesta.

Además de esta pareja, la asociación encargó la creación de una nueva dupla: Blaiet i Mercedetes, y las últimas incorporaciones a esta familia de gegants fueron las de Centet i Quiquet, algo más bajitos, y menos pesados, y con los que Martí asegura que «se interactúa mucho más con el público, por lo que son muy divertidos».

La asociación ha llegado a participar en aplecs como el de Molins de Rei, al que acudieron más de 150 gigantes de 60 collas diferentes, y han sido invitados también a localidades como Fraga, en Huesca, y Abarán, Murcia. El futuro de este colectivo parece ir por buen camino en Borriana: «la cosa va para arriba en Borriana» afirmaba Martí, tras explicar que en los últimos años la colla ha aumentado, con más gente joven, y añade que se está recuperando la tradición en la Comunitat a que «desde que se inició la Federación de nanos i gegants hay más collas en más localidades y ha aumentado el número de figuras, tanto restauradas como nuevas».