El alcalde de Vila-real, José Benlloch, pidió ayer que, «cuanto antes», concluya la investigación y queden esclarecidos los hechos sucedidos el pasado 23 de diciembre en los que la joven Andrea Carballo fue asesinada por su exnovio en un accidente de tráfico. Benlloch apunta que, de esta manera, «se podrán emprender las acciones y protocolos que se estimen oportunos».

Además, la corporación municipal de Vila-real ha anunciado que se sumará mañana a la manifestación convocada por la sociedad civil contra la violencia de género y en recuerdo y apoyo a la familia de Andrea Carballo Claramonte. «El Ayuntamiento de Vila-real, en representación de todos los vecinos y vecinas de la ciudad, ha mantenido siempre una postura unánime de condena y rechazo a todo acto de violencia contra las mujeres, mediante declaraciones institucionales, actos y convocatorias destinadas a luchar contra la lacra de la violencia machista en nuestro país», manifestaron ayer en un comunicado.

Asimismo, añaden que «desde la institución pública, como parte del Estado de Derecho, el Ayuntamiento de Vila-real ha respetado en todo momento y lo seguirá haciendo los protocolos que establece la ley y el Pacto de Estado contra la violencia machista, que atribuye a la Delegación especial de Gobierno para la Violencia de Género las competencias para la declaración de los casos de violencia contra las mujeres». Las investigaciones apuntan que la muerte de Andrea Carballo responde a un caso de violencia de género. El 23 de diciembre se registraba un accidente de tráfico en una gasolinera de Benicàssim donde un coche se empotró contra un surtido.

Los dos ocupantes, Andrea Carballo y su exnovio Víctor Llorens fallecían en el siniestro. No obstante, las investigaciones apuntan a que no fue un accidente y que Llorens habría secuestrado a la joven e impactado el vehículo de manera intencionada para acabar con la vida de Andrea. Andrea Carballo llevaba mes y medio en manos del Centro Mujer 24 Horas de Castelló tras haber llamado al 016, el teléfono del maltrato, pero no se había activado ninguna alarma para ponerla bajo protección.

Fue la madre la que decidió llamar al 016 después de que su hija llegase a casa con lesiones por la última paliza que le pegó su novio, Víctor Llorens. Andrea soportó en silencio dos años de palizas, humillaciones y malos tratos. Nunca dijo nada hasta noviembre cuando llegó a casa con claras señales de agresión. Fue entonces cuando le confesó a su madre que Víctor le había dado puñetazos y patadas en plena calle.