Dani Villanueva es pura magia. Este joven delantero malagueño ayer no se marcó el primer triplete porque lo evitó el palo derecho de la portería del Crevillente. El artillero (once goles en lo se lleva de temporada) fue uno de los destacados, pero brilló en general todo el Villarreal C porque jugaron toda la segunda parte con diez jugadores por la expulsión del central Nani en el minuto 44 del encuentro. Se llegó al descanso con 2-1 y los amarillos lograron finiquitar el marcador en el minuto 82 por mediación de Migue Leal. Así, si el 2017 se despidió con una victoria ante el Almazora, ayer se estrenó el 2018 con un gran triunfo contra el Crevillente.

Muy bonito lo hizo el segundo filial amarillo en la primera media hora de encuentro, donde encarriló el marcador ante un conjunto alicantino que nunca se dio por vencido, pero en el último cuarto de hora se perdió el control de todo y en el minuto 44 llegó la acción que marcó el devenir del encuentro. Penalti del central Nani a Samu y tarjeta roja para el zaguero local. El penalti se lo paró Marc Vidal al propio Samu, pero éste cogió el rechace y empalmó al fondo de las mallas. Y claro, con 2-1 y un jugador menos contra el Crevillente era demasiada desventaja. Los crevillentinos se fueron adelante y al equipo de Pere Martí le llegaron las dudas.

La salida del Villarreal C fue espectacular. El rival fue como un juguete en sus manos. Llegados al minuto 30 el marcador bien pudo reflejar un 5-0, pero no fue así. El portero benicarlando Óscar Fornés salvó a su equipo de la goleada, y además lo mantuvo vivo para el segundo tiempo. El goleador Dani Villanueva abrió el marcador en el minuto 7. Iván Martín elevó el balón por encima de la defensa. Lo recogió el malagueño y envió a la red. En el 19 llegó el 2-0. El norteamericano Akale dejó de tacón a Villa y éste no perdonó.

En cambio, el tercer gol se resistió mucho. En el minuto 26 Villa envió al palo derecho de Óscar; en el 27 el tiro del montenegrino Nikola Vujnovic lo rechazó el portero a saque de esquina. Y en el 31 el centro de Andrei Ratiu desde la derecha lo cabeceó Villa y nuevamente Óscar evitó el gol. Y claro, a partir de ahí el Crevillente se fue arriba y en el minuto 44 llegó ese penalti tan protestado que apretó el marcador.

Los alicantinos, a por el empate

En la segunda parte los alicantinos fueron a por todas y con todo. Su técnico José Manuel Más quemó todas las naves (agotó los cambios) en el minuto 58. Intentó hacerle cosquillas a un filial que recompuso su defensa con la entrada del central Jairo Bueno y la retirada del césped de Mukwelle Akale.

Aguantó bien el filial, pero de vez en cuando el Crevillente se iba al ataque en busca de la igualada. En una arrancada protestada el delantero Cristo se plantó en el área amarilla, pero su disparo murió en manos del internacional sub-17 Marc Vidal. Aguantar el triunfo por la mínima empezó a aparecer demasiado. En el 78 salvó otra vez el 2-2, rechazando a córner. Y poco después Migue Leal, a pase de Iván Martín, puso el 3-1 final y sentenció el duelo.