La unidad de endoscopias del Hospital General Universitario de Castelló ha sufrido un robo este fin de semana que se ha saldado con el hurto de tres gastroscopios, tres colonoscopios, dos ecoendoscopios y un duodenoscopio, con sus respectivos procesadores. Así lo confirmaron ayer fuentes del centro hospitalario que precisaron que el robo afecta a la unidad de endoscopias del centro, donde se realizan técnicas diagnóstico-terapeúticas de patología digestiva. Además, esta unidad la comparten varios departamentos hospitalarios aunque la utilice especialmente el área de digestivo.
Lo que todavía se desconoce es el valor exacto del material sustraído aunque cabe señalar que los aparatos que han sido robados son de alta definición y podrían tener un coste de unos 200.000 euros, y algunos de ellos son de la marca Olympus, una de las marcas más avanzadas del mercado.
Los hechos ya han sido denunciados a la Policía Nacional de Castelló que ha abierto una investigación para esclarecer el robo e identificar al posible autor o autores. En cuanto al posible impacto que el robo ha podido tener en los pacientes y pruebas médicas previstas, desde el Hospital General de Castelló señalan que la actividad asistencial no se ha visto mermada.
Al parecer, y según las primeras pesquisas, el autor o autores del robo se habrían hecho con tal botín para, posteriormente venderlo en países como Rumanía o Eslovenia como material médico de segunda mano. Además, cabe señalar que el asalto al Hospital General Universitario de Castelló no es un caso aislado.
En octubre, una banda especializada en el robo de material sanitario desvalijó el Hospital de Salamanca llevándose 17 equipos de endoscopia valorados en más de 300.000 euros, según algunas publicaciones. Asimismo, en 2013 se desarticuló una red en Vizcaya que robó aparatos de diagnóstico que luego se vendían en el mercado negro internacional. Los autores cometieron varios hurtos en diferentes centros hospitalarios españoles, entre ellos el Hospital Provincial de Castelló de donde se llevaron un aparato sanitario que costaba alrededor de los 200.000 euros.
