La intención del Ayuntamiento de Castelló de demoler un edificio situado junto a la estación de trenes para hacer un aparcamiento ha sido recibido con desconcierto y estupor por los residentes. El ejecutivo local tiene previsto derribar el edificio en el nuevo PGOU para construir un aparcamiento, y los vecinos no entienden que impulse este proyecto cuando, según aseguran, les han concedido licencia para reformar la fachada.

La finca, situada entre el camino Crèmor, la calle Río de la Plana y la calle Cronista Muntaner, está formada por dos bloques; uno con 20 viviendas y otro con seis. Fue construida en los años 60 del siglo pasado. Hay al menos una veintena de pisos habitados. Vecinos consultados por este diario indican que están sorprendidos porque no tienen información oficial de la demolición ni las alternativas que les ofrecería el consistorio. El ayuntamiento ha avanzado a Levante de Castelló que la desaparición del edificio se incluirá en la previsión urbanística del nuevo planeamiento. También se preveía esta propuesta en el PGOU de 2000, pero no llegó a formularse. Esta operación está proyectada a largo plazo. Como compensación, tal como marca la ley, a la familias se les ofrecería una cantidad económica las viviendas o se les reubicaría.

Resaltan que la mayoría de residentes en el bloque principal no se opondrían radicalmente si la reubicación mejora la actual situación, pero reiteran que en los últimos años se realizó una reforma interior de la vivienda y hay propietarios que han impulsado mejoras en sus pisos. «Mi madre dice que compraron el piso en pleno boom, en el año 2004, por 130.000 euros, y que nadie les dijo nada de derribo. Luego, ya viviendo ahí, escucharon rumores en reuniones de vecinos. Ahora deben 70.000 euros de hipoteca. Si se tasa en estos momentos en 30.000 euros pueden quedarse en la calle y al banco le deberían 40.000», advierte Álex, que residía hasta hace tres años en la casa en la que continúan sus padres y hermano.

El vecindario, añade, ha preguntado a técnicos municipales y estos les han transmitido que no tienen constancia de los planes de derribo proyectados por el equipo de gobierno.

Además, no entienden que desde el ayuntamiento ahora les permitan la reforma de la fachada. «Hace 10 años nos dijeron que no se podía reformar, y ahora afirman que sí», incide.

Otra vecina ha manifestado en las redes sociales su total rechazo a esta medida. «Me tiran la casa donde aprendí a caminar, donde dije mis primeras palabras,donde conviví con toda mi familia. Me tiran mucho más que cuatro paredes, se llevan mis recuerdos , y tiran los edificios que un día, hace 35 años, construyó mi abuelo», subraya la afectada, que se pregunta si «es necesario construir un aparcamiento». «¿No lo podéis hacer subterráneo?, ¿no podéis evitar destrozar en la zona los antiguos masets antiguos? ¿Es la única solución de deshacerse de todo?, añade la residente, que remarca: «Hay mil maneras de arreglarlo, de construir un aparcamiento subterráneo o en el otro solar; limpiando la zona y reestructurando las zonas de aparcamientos. No solo seremos nosotros los afectados, detrás de nosotros vienen muchos masets y gente que estará pensando lo mismo que yo, estoy segura. Quitarán la casa por cuatro plazas de aparcamiento que no solucionarán otros problemas en la zona».

Pleito con el ayuntamiento

Los vecinos del edificio mantiene un pleito con el ayuntamiento por la pretensión de este último de reclasificar de urbanizable rústico de los terrenos que acogen el edificio. «Nos dicen que así pagaremos menos IBI, pero ahora me doy cuenta que nos la quieren colar»», subraya Álex por su parte, que asevera que han recurrido el citado planteamiento.