El Ayuntamiento de Castellón, a través de la Concejalía de Ordenación del Territorio, ha presentado una propuesta para actualizar las medidas correctoras contra la contaminación acústica que aplica en la zona de las tascas con el objetivo de rebajar los niveles de ruido que llevaron a su declaración como zona acústica saturada en 2010. Prolongará las restricciones en cuanto horario y concesión de nuevas licencias que se aplican actualmente y reducirá los eventos que se organizan en la plaza Santa Clara. también rebajará en media hora el cierre de las terrazas y veladores -a las 22.30 horas-.

El ejecutivo local admite que las últimas mediciones acústicas realizadas para analizar el efecto de las medidas aprobadas en la última renovación de la ZAS de 2014 han arrojado que los niveles de decibelios en el entorno de las tascas se sitúan por encima de lo que marca la ley de contaminación acústica. Así, la propuesta del ayuntamiento mantiene acciones como la suspensión en la concesión de nuevas licencias de ocio y recreo e incorpora otras como la limitación del consumo de bebidas fuera de las terrazas a partir de las 22.00 horas. Esta último acción, recuerdan fuentes municipales, corresponde a la aplicación de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que ordena el cese de la venta de alcohol para su consumo en la calle a partir de las 22.00 horas a raíz de un proceso judicial que se arrastra desde una denuncia presentada en 2009 por la plataforma Castelló Sense Soroll.

La actualización de medidas correctoras también incorpora una propuesta del gobierno municipal para reducir el número de eventos municipales organizados en la plaza Santa Clara «con el objetivo de limitar la contaminación acústica generada por este tipo de actividades que promueve el Ayuntamiento», según explica el concejal Rafa Simó.

Terrazas y veladores permanecerán abiertos hasta las 22.30 horas los jueves, viernes y sábados, es decir media hora antes que el horario actual. Asimismo, se intensificarán las campañas de concienciación para minimizar el ruido y la presencia policial de 22:00 a 23:30 horas «con la intención de alcanzar los estándares que permitan eliminar la zona ZAS».

La propuesta municipal también mantiene otras medidas ya previstas desde 2014 como la suspensión de nuevas licencias que impliquen la venta de alimentos y bebidas; la limitación horaria para usos comerciales de 23:30 a 6:00 horas; la actuación de los servicios municipales a partir de las 23:30 o la realización de reuniones periódicas formativas con los empresarios y trabajadores de la zona que, como novedad, se alternarán con la convocatoria de reuniones con la participación de vecinos. Según las mismas fuentes, este cambio inicia ahora su proceso administrativo y todavía tardará unos meses en entrar en vigor.

Las tascas defienden que la ley autonómica de contaminación acústica se adapte a la estatal, en la que el horario nocturno empieza a las 23 horas frente a las 22 de la primera.