Desde que el Ayuntamiento de Castelló anunciara el 20 de abril de 2010 la inminente declaración del entorno de las Tascas como Zona Acústicamente Saturada (ZAS), los esfuerzos de los diferentes equipos de gobierno han resultado insuficientes para reducir los niveles de ruido a los límites permitidos por la ley. Cada vez que se ha realizado una medición los marcadores han superado más de un 20 % los 55 decibelios de día y los 45 de noche, repitiéndose esos resultados dos veces por semana durante tres consecutivas o semanas alternas en un plazo de 35 días naturales.

Así ha ocurrido en la última evaluación de los técnicos municipales, lo que obliga a ser más restrictivos respecto a la actualización de medidas. El propósito último de tanta limitación estriba en rebajar la contaminación acústica a unos índices que permitan eliminar la ZAS de las Tascas. Por ello, en la nueva revisión el ayuntamiento irá más allá.

Además de reducir la organización de eventos y espectáculos públicos en la plaza Santa Clara, también se adelantará el cierre de las terrazas. El planteamiento del bipartito pasa por que los establecimientos dejen de ofrecer servicio en las mesas a partir de las 22.30 horas (ahora es a las 23.00 horas) los jueves, viernes y sábados, días en los que se concentran los niveles de decibelios más elevados.

Estas nuevas medidas están recogidas en un documento cuya exposición pública se prolongará a lo largo de 30 días, periodo en el que se podrán presentar las correspondientes alegaciones. Una vez concluido el plazo, el expediente definitivo se remitirá a la Generalitat Valenciana para su aprobación.

La ZAS en las tascas afecta tanto a las calles Barracas e Isaac Peral como a la plaza Santa Clara. Vera quedó excluida en 2014. Entonces, a pesar de las limitaciones horarias en la venta de alcohol -quedaba prohibida de 23.00 a 08.00 horas- y de la instalación de toldos fonoabsorbentes, los niveles a las 10 de la noche llegaban a los 78 decibelios, 33 más que el máximo establecido por la ordenanza municipal.

Hasta hace unos años la mayor parte de las tascas se concentraban en Isaac Peral y Barracas y en menor medida en Santa Clara, aunque en esta zona los locales siempre han aprovechado para tener terrazas.

La acotación horaria con las terrazas obedece únicamente y exclusivamente al exceso de ruido que sigue produciéndose en las tascas y su entorno. Una cuestión completamente diferente es la restricción del consumo de alcohol en vía pública (hasta las 22.00 horas). En este caso, el ayuntamiento aplica la ley -lo hace desde el 1 de abril de 2017-, cumpliendo así una sentencia del Tribular Superior de Justicia a raíz de la denuncia presentada por la plataforma Sense Soroll en 2009.