La basílica de la Verge de Lledó de Castelló ofició en el año 2000 un total de 200 bodas y en 2015 apenas 49. Los casamientos en Lledó repuntó en 2017 tras el descenso registrado los años anteriores, según destaca el prior, Josep Miquel Francés.

Así, como marca la tradición, ayer se abrió el plazo para elegir fecha de boda en 2018 en la basílica de la patrona de la ciudad, uno de los lugares de referencia de Castelló para contraer matrimonio canónico. Ayer se inscribieron 14 parejas. No hubo las colas de antaño pero dos de las mismas hicieron noche en los soportales de Lledó para conseguir la fecha elegida. Desde que el prior abrió las puertas a las nueve de la mañana, más de una decena de parejas se acercó para escoger día para su boda. Los presentes mostraban caras de nervios y emoción ante la importancia del momento.

Francés subrayó que en 2017 se registraron unas 60 bodas , diez más que el año anterior, y confió en que esta tendencia al alza continúe este ejercicio. El prior de Lledó vinculó el descenso de las anualidades precedentes a la crisis económica. Los 14 prometidos que se acercaron ayer muestran un nuevo despegue de las bodas en Lledó.

El prior recordó que para contraer matrimonio en Lledó hay tres condiciones al igual, remarca, que en el resto de parroquias: las parejas han de estar confirmadas, contar con el expediente de casamiento y realizar un curso prematrimonial.Los novios también han de dejar un depósito de una señal de cincuenta euros, que se deduce del arancel de la boda y que podrán ser devueltos, caso de anulación.