La gente tenía ganas de paellas y ayer se demostró con creces. Tras un año sin poder disfrutar de la mejor fiesta por las calles de Benicàssim por las inclemencias meteorológicas, el tiempo acompañó en la 38 edición del Día de las Paellas y consiguió ser un éxito de participación.

Como informaron desde el consistorio, el casco urbano del municipio congregó a alrededor de 35.000 personas dispuestas a disfrutar de esta Fiesta de Interés Turístico Provincial, la cual va contando con más adeptos año tras año, y no solo de benicenses. Y es que la fiesta va contando cada vez con más vecinos de Castelló y de municipios cercanos y hasta de extranjeros, como es el caso de alemanes e ingleses que se hospedan en el camping Bonterra y que no faltaron a la multitudinaria cita.

Por otro lado, récord también fue el número de paellas cocinadas que ascendieron a 1.400. Unas cifras que, como indicó la alcaldesa, Susana Marqués, son «un éxito deseado y sorprendente porque sabíamos que este año la gente venía con ganas y la participación así lo demuestra».

Esas ganas se pudieron ver en los diferentes viales que se habilitaron para cocinar las paellas, siendo Santo Tomás el epicentro de la fiesta, aunque hay que resaltar que las calles adyacentes, como puede ser la calle Bayer, van adquiriendo más importancia y durante el día de ayer se llenaron de mesas de amigos y familiares que disfrutaron de una buena paella.

Además, los restaurantes también van ganando terreno en la gran fiesta benicense y ello se pudo comprobar al pasear por la calle Santo Tomás ya que muchos fueron los restaurantes que ofrecieron la opción de paella «a mesa puesta» para aquellos asistentes que quisieron disfrutar de la fiesta pero sin tener que cocinar. Esto conlleva a que la arteria principal del casco urbano no contabilizara tantas paellas como antaño. Desde el consistorio indicaron que este «boom» que están teniendo los restaurantes en esta fiesta ayuda a crecer en número de participantes «pero no en detrimento del número de paellas» ya que este año se ha batido récord en asistencia y en paellas cocinadas en la calle y, por tanto, la participación de los restaurantes «hace que la fiesta sea más grande».

Pero sea cocinada de forma propia o por el cocinero de un restaurante, lo cierto es que los miles de visitantes que acudieron ayer a Benicàssim disfrutaron de un buen plato de paella, así como de un buen aperitivo y una larga sobremesa. Y es que el ambiente festivo no cesó gracias a la música que llenó el casco urbano durante toda la jornada. La música de la Xaranga Banana Boom acompañó la preparación de la paella y sus componentes estuvieron acompañados por la reina infantil de las fiestas, Lucía Pallarés, y las damas. Ya después de comer la música continuó de la mano de diferentes actuaciones musicales por el caso urbano y que amenizaron la jornada hasta entrada la noche. Y para los que aún les quedaban fuerzas, la fiesta se prolongó hasta la madrugada en el polideportivo municipal con la discomóvil Crazy.

Destacar también que esta gran fiesta tuvo un lado solidario y el almuerzo de la mañana recaudó 1.300 euros para San Vicente de Paúl y la recaudación de la leña en la que se cocinaron las paellas se destinará a la construcción de un colegio en Madagascar.