Ni la diferencia gigantesca en el presupuesto, ni los 16 puestos que les separan en la tabla, ni los 26 puntos de distancia en la clasificación, ni las medallas ni gestas del pasado. Nada de eso contará hoy cuando Almazora y Castellón salgan al verde sintético del Pesudo en el duelo provincial de la jornada. Lo sabe bien el Castellón, que recientemente se dejó dos puntos en el feudo del colista Borriol, y lo sabe bien el Almazora, que dio la campanada en la primera vuelta al vencer 0-1 en el estadio Castalia.

El Castellón acecha el ascenso y está tercero, a cinco puntos del liderato. En la primera vuelta se dejó dos puntos contra el Roda y el Borriol, y tres contra el Almazora. En el Pesudo sufrió el año pasado en un emocionante partido de ida y vuelta, en un duelo abierto que devino en empate a 2 y fiesta sana del fútbol provincial. Ocurre que el Castellón no puede disfrutar en Tercera, categoría que lo está reteniendo más de la cuenta. En la séptima campaña consecutiva en el escalón más bajo de su historia, la necesidad es grande pero no nueva.

El equipo de Sergi Escobar, natural de Almassora y exentrenador del conjunto local, llega a la cita en buena dinámica. Suma cuatro victorias seguidas, el ariete Cubillas está en racha y el rendimiento le aferra al trío cabecero del campeonato. Podrían debutar el pivote Marc Castells y el atacante Cristian Herrera, rutilantes refuerzos de invierno. Por contra, ya están fuera Nico, Fonte, Zarzo y Guinot, y son baja por lesión Luismi, Forner, Arturo y Pedra. También se quedó fuera Colomer, víctima de un proceso vírico. La entrada de Castells para reforzar la medular podría romper la pareja Rubio-Marenyà, fija en las últimas semanas.

El Almazora, con bajas

En el conjunto local, que ha renovado profundamente la plantilla en busca de la permanencia, se acumulan las bajas. Juan Carlos Beltrán tiene cuatro sancionados (Blay, Chuso, Younes y Sopeña) y dos lesionados (Koke y Querol). El Almazora, que tiene en sus filas a una docena de exjugadores del Castellón, viene de sufrir una amarga derrota en el feudo del Eldense, donde estuvo ganando hasta los últimos minutos. Hoy espera competir tan bien como el año pasado en un Pesudo que apunta al lleno. Se han venido más de 700 entradas de las 1.000 que salieron a la venta de forma anticipada. En la previa del partido se venderán las últimas en taquillas, aunque habrá que echar un ojo al cielo. Las predicciones dan una probabilidad del 90 % de lluvia a la hora del partido.