Reinas o damas de las fiestas de Magdalena o reinas de celebraciones de otros pueblos de Castelló lucen aderezos realizados de manera artesanal por el orfebre José Vicente Fernández. La joyería de la calle San Vicente es un punto conocido de las tradiciones de la provincia.

José Vicente se jubiló hace siete años pero continúa disfrutando de su pasión asesorando a su hija, Susana Fernández, gerente actual de la joyería Fernández Gemólogos.

Susana continúa realizando tasaciones para seguros y herencias y comercializando piezas de joyería con diamantes. El espacio conserva la última colección de orfebrería que su padre diseñó antes de jubilarse, una muestra de carácter limitada, confeccionada exclusivamente en plata y de una belleza incomparable. Un diseño artesanal, destaca Susana, en el que se aprecia «la pasión por el trabajo bien hecho», de su padre. Como subraya José Vicente: «yo nunca he trabajado, siempre he llevado a cabo mi afición, siempre he disfrutado».

«Los trabajos artesanales de Fernández están repartidos por hogares de toda la región; se han lucido en casas donde viven con fervor las tradiciones y fiestas de la provincia. Son obras que se suceden de generación en generación», destaca Susana. Las piezas pueden contemplarse en damas o madrinas de Magdalena o en reinas de fiestas de otros municipios.

José Vicente Fernández se dedicó 45 años a la orfebrería. A los 14 años empezó a trabajar en fábricas de joyería de Borriana, su población natal. Luego continuó su trayectoria profesional en talleres de València, hasta que a los 19 años se estableció en la capital de la Plana donde comenzó a trabajar en Ivory, una de las tiendas clásicas de joyería de Castelló. Ahí inició sus elaboraciones para las protagonistas de las celebraciones de la provincia. Sus aderezos de castellonera y labradora se consolidaron en las tradiciones castellonenses.

José Vicente abrió en 1996 su primera joyería en la calle Alloza. En 2006 se trasladó a la calle San Vicente, el emplazamiento actual. De sus manos se han esculpido metales nobles como la plata y el oro. «Entre sus elaboraciones encontramos trabajos inspirados en las líneas más puristas de la tradición, trabajos realizados a través de formas barrocas con motivos de nuestra naturaleza regional: flores, ramas, canastillos... aderezos y tiaras de inspiración isabelina; o bien, modelos donde se perfila un barroco refinado y depurado en el que se dibujan desde elegantes lazadas hasta flores de lis», remarca su hija.