Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se cumplieron y la nieve hizo acto de presencia desde primeras horas de ayer en las comarcas del interior de la provincia de Castelló por encima de los 800 metros. Aunque no se produjo ningún corte de carreteras, lo cierto es que el Consorcio Provincial de Bomberos tuvo que actuar durante todo el día para establecer la normalidad en viales secundarios de localidades como Sacañet, Tinença de Benifassà, Ares, Cinctorres, Vistabella, Morella, Vilafranca, Benafigos, Barracas, Villahermosa, Zucaina o Viver.

En el caso de la N-232, entre los kilómetros 49 y 73, a su paso por la capital de Els Ports (en ambos sentidos) hubo que extremar la circulación a consecuencia de la acumulación de nieve. El Consorcio, en coordinación con la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a Emergencias y el resto de administraciones implicadas, gestionó un dispositivo de 150 efectivos y 12 máquinas quitanieve, así como 5 vehículos salero, y la Unidad de Maquinaria y Logística. Entre los servicios realizados por las nevadas, destacaron el rescate de 10 vehículos que habían quedado atrapados en los tramos entre Vistabella y Atzeneta, Atzeneta y Xodos, Benassal y Vilafranca y Morella.

El grosor de la nieve llegó a los 15 centímetros en numerosos puntos del interior. Eso provocó que en carreteras con la CV-15, entre Ares y Vilafranca, algunos turismos quedaran completamente cruzados.

El color blanco también cambió el aspecto de la zona norte del alto Palancia. Una fina capa e nieve cubrió los tejados y campos de las localidades de Barracas, Pina de Montalgrao o El Toro, dejando una estampa idílica. Es por ello que Barracas registró la visita de muchos valencianos y visitantes de pueblos limítrofes que quisieron disfrutar con amigos o en familia de un domingo en la nieve. Así lo relataba Patricia Martín quien, junto con su marido y su hija, subieron desde Burjassot a ver la nieve y pasar «por aquí el día». «Nosotros ya la habíamos visto pero la niña no la había visto nunca y está disfrutando», comentaban.

Como ella, muchos fueron los que vivieron de cerca y disfrutar del paisaje nevado de Barracas, tirarse con los trineos por la capa de nieve de apenas unos dos centímetros o inmortalizar con sus cámaras los muñecos de nieve construidos en las distintas explanadas a la entrada del municipio.

Los copos de nieve empezaron a caer sobre las 7 de la mañana, aunque, explicaban algunos de los vecinos, «la verdad es que está cayendo muy fina, por lo que tampoco se acumula mucha cantidad. Es bueno para el campo».