El pleno del Ayuntamiento de Castelló de este mes votará el nuevo topónimo de la ciudad, que pasará a denominarse exclusivamente en su nombre en valenciano. Este cambio requiere una mayoría simple que está garantizada con los votos de PSPV, Compromís y Castelló en Moviment. Los socialistas también quieren intentar consensuar esta decisión con el PP y Ciudadanos para blindar esta propuesta de cambios futuros. Las dos formaciones de la oposición han mostrado un rechazo tajante.

«El PSPV está favor de la alteración del nombre de la ciudad, pero entendemos que ha de haber unanimidad, porque en unos años podría gobernar otro partido y variarlo», afirma el portavoz socialista, Rafa Simó, que emplaza al Partido Popular a no utilizar esta cuestión «como herramienta política» cuando en otros municipios de la provincia (Vila-real o l'Alcora) fue el propio PP; recuerda Simó, quien promovió la valencianización de los topónimos de sus respectivas localidades. En Vila-real se consensuó su actual denominación en 2006 con Manuel Vilanova de alcalde, y en l'Alcora, con Francisco Javier Tomás, también del Partido Popular. Almassora normalizó su topónimo en 2016 con la abstención popular. 31 poblaciones de la provincia han valencianizado su nombre desde 1979. «El PP debería explicar porque se opone ahora en Castelló cuando esta medida tiene, además, el respaldo de informes técnicos», resalta Simó. Populares y Ciudadanos denuncian que esta medida discrimina al castellano y genera confrontación social.

El dictamen elaborado por el área de normalización lingüística del consistorio explica que las denominaciones de «Castelló de la Plana i del Grau cuentan con una tradición en el uso culto valenciano de más de 500 años y son recogidas en la mayor parte de nomenclaturas, enciclopedias y en publicaciones en nuestra lengua, y es la forma propuesta por destacados lingüistas, geógrafos y escritores de diversas ideologías, y por instituciones como el Institut de Filología Valenciana. Por eso, consideramos que la forma valenciana más adecuada del nombre del municipio es Castelló de la Plana y el Grau en su distrito marítimo».

La portavoz del equipo de gobierno municipal, Verònica Ruiz, reiteró tras la junta de gobierno local de ayer que hay informes de expertos que avalan la propuesta de normalizar el nombre de Castelló porque «insisto en que no se trata de un cambio, sino de normalizar la situación». En este sentido, añadió que «es de justicia dar este paso, algo que ha apoyado el PP en otros muchos municipios de la provincia», en alusión a las críticas que ha realizado el grupo municipal popular del Ayuntamiento de Castelló. Con ello, la idea es que, aunque no haya consenso entre las cinco fuerzas con representación en el consistorio, llevar al pleno del presente mes de febrero la nueva toponimia. Tras la aprobación del plenario, la Generalitat confirmará la modificación. Para ello solicitará un informe de la Acadèmia Valenciana de la Llengua.