Las buenas noticias escasean. Al menos, en el sentido estricto. La salud, los pequeños detalles, el hecho de vivir en el primer mundo debería serlo pero entendemos que la normalidad no es noticia, sino lo infrecuente. Por tanto, me ceñiré a estas reglas del juego para confirmar que la que acaba sí ha sido una semana de buenas noticias que se han sucedido desde que el martes la Generalitat Valenciana anunciara la rescisión del contrato de obras a la empresa constructora del colegio Regina Violant.

Volvía de la feria Cevisama cuando recibí esa buena noticia, la mejor teniendo en cuenta que la otra posibilidad era acabar litigando en los juzgados y con el proyecto inacabado antes de poder cederlo a otra empresa que finalice el tramo de obra que resta. El camino será ahora más sencillo, al menos más corto, y veremos terminado el Regina Violant que la empresa adjudicataria paralizó para pedir más dinero del que se comprometió por contrato.

Todas no son iguales. Me siento muy orgullosa de las 19 que esta semana han mostrado al mundo sus productos en Cevisama. Las que fabrican azulejos y las industrias auxiliares que forman el engranaje de nuestro Espai Ceràmic han sido noticia en Valencia y en el mundo. La innovación nos ha llevado a acaparar portadas porque la participación de la industria de Almassora en Cevisama ha crecido un 46% en sólo un año y porque aquí operan dos de las mejores empresas del certamen. Al menos, así lo ha reconocido el jurado de los premios Alfa de Oro, los más prestigiosos de la muestra, poniendo en valor el trabajo de Ferro Spain y Kerajet y poniendo a Almassora en el foco de la cerámica.

Ésta aumentará aún más su repercusión en apenas unas semanas, cuando por fin se ponga en marcha el Centro Tecnológico de la Cerámica (de nuevo buenas noticias). Es la pretensión del president Ximo Puig, que visitará Almassora este mes para avanzar la inauguración de este edificio que los valencianos pagamos con 2,4 millones de euros bajo el mandato de Alberto Fabra y que el gobierno del Partido Popular dejó abandonado a su suerte.

Mucha información y muy positiva generará este centro de conocimiento ubicado en nuestra joya industrial: el SUPOI-8, en el Camí Fondo. Que Almassora sea sede de la investigación cerámica confirma lo que este equipo de gobierno ha dicho desde el primer momento, que la industria local en nada tiene que envidiar a la de localidades vecinas. Somos únicos y eso generará los titulares más positivos de nuestro futuro inmediato.

Y las buenas noticias han continuado hasta el final de la semana. Los preparativos del Carnaval han tenido su versión más solidaria en Almassora. El equipo directivo, AMPA, familias y alumnados se «mancharon» este viernes en el colegio Santa Quitèria con esa chocolatada solidaria que recaudó fondos para luchar contra el cáncer infantil en el Hospital Sant Joan de Déu. Hay lecciones que no se aprenden en el aula y ver cómo algunos estudiantes rompieron sus huchas para que los investigadores sigan adelante contra la enfermedad me hace recuperar la esperanza en la enseñanza que estamos dando a nuestros hijos e hijas.

Si lo que no se cuenta no existe, yo suscribo estas líneas para dar visibilidad a todos esos colectivos que trabajan para hacer de Almassora una ciudad mejor, como pedí ayer en el Carnaval por la paz que organizamos junto a las escuelas 'matinera' y vespertina. De la suma de todos saldrá el futuro que compartiremos.