Escándalo en el mundo del deporte castellonense. Los jugadores del Castellón Ricardo, Carpio, Tejero, Juan Carlos y Robi «fueron sancionados con 50.000 pesetas por una salida nocturna», según la información publicada por Levante de Castelló el 5 de febrero de 1993.

El problema de aquella decisión de la directiva albinegra es que la versión del club «es totalmente contradictoria con la contada por los futbolistas a su entrenador que, en principio, piensa mediar para buscar una solución al conflicto», según se puede leer en el artículo publicado hace ya un cuarto de siglo. Al parecer, los futbolistas fueron vistos, por un miembro de la junta directiva del equipo, la noche de un jueves en un conocido pub de Benicàssim «en torno a las 12 de la noche, hora que se encuentra dentro de los límites que fija su entrenador».

Los jugadores alegaron que, con las 12, en plan Cenicienta, abandonaron el pub rumbo a sus domicilios y que todo, por lo tanto, estaba dentro de las reglas establecidas por el entrenador.